En un rincón de un pasillo del vestuario del Junior en el estadio Atanasio Girardot estaba sentado Alexis Pérez. La cabeza la tenía enterrada a sus rodillas y no dejaba de llorar. Mientras los jugadores iban saliendo, el defensa central seguía dolido y se lamentaba por la pérdida del título. Alexis Pérez fue uno de los mejores jugadores del Junior en la serie final ante el DIM, tanto en el juego de ida como en la vuelta, el barranquillero fue figura y le dio solidez a la zaga rojiblanca.
Pérez, que no comenzó de titular, se fue consolidando con su fútbol. Hace seis meses también lloró, pero por el descenso de Uniautónoma FC, tenía la ilusión del título y soñaba con anotar un gol en la final, pero Pérez volvió a derramar lágrimas de dolor. Como pudo, Pérez se paró y se dirigió hacía el bus que transportaba al Junior al aeropuerto.
Detrás de Pérez, también salió llorando Luis Narváez, quien tenía los ojos rojos. Nunca levantó su mirada y se subió al bus con rapidez. La cara del capitán lo decía todo. Sebastián Viera salió raudo, también dolido como todos, el cancerbero uruguayo ya ha vivido en carne propia lo que es perder tres finales en el estadio Atanasio Girardot.
Los jugadores del Junior pasaron cabizbajos caminaban como si fuesen para un cementerio, el dolor era evidente por eso muchos de ellos prefirieron no hablar cuando fueron abordados por la prensa. Unos agentes de la Policía le dieron ánimo a Vladimir Hernández, quien bajó del bus para tomarse una foto con ellos. 'Usted es un gran jugador, ya les llegará la hora de ser campeones, fuerza y para adelante', dijo uno de los agentes cuando terminó de tomarse la foto.
Mientras los juegos pirotécnicos sonaban y se esparcían por el cielo de Medellín, todos los jugadores del Junior en el bus estaban silenciosos, afuera había hinchas del DIM, que le gritaron de todo cuando salieron.
Junior demoró para salir del estadio Atanasio Girardot, la marcha rumbo al aeropuerto fue llena de tristeza y lágrimas.