Pequeños jugadores de la vida enfrentan el partido más difícil que han tenido que luchar. Dura más de 90 minutos, pero cuentan con un equipo médico que ‘suda’ la camiseta por ellos y con padres que permanentemente están acompañando y dando apoyo. Estos factores, necesarios para vencer al contrario, dan fuerza para que salgan ganadores sobre la enfermedad que están desafiando.
Ayer, varios de estos ‘jugadores’ pidieron apoyo de la banca y encontraron respaldo en los grandes del Junior. Sebastián Viera, Roberto Ovelar e Iván Vélez dijeron presente ante el pedido de estos pequeños que están en el Instituto de Cancerología del Hospital Cari.
El primero en recibir respuesta a su solicitud fue Enuar Cárdenas. El pequeño, que ya le había comentado a EL HERALDO su sueño de tener un balón autografiado por los tiburones, quedó mudo ante la sorpresa de ver a sus ídolos entrando a la habitación 314. Mientras los curiosos usaban las cámaras de sus celulares para congelar la visita, Enuar, quien tiene aplasia medular severa, enfocaba la mirada en el televisor de la habitación.
El capitán del equipo tiburón tomó la batuta y saludó de forma efusiva al niño proveniente de Palermo. 'Hola campeón, ¿si sabes quiénes somos?', preguntó el uruguayo para llamar la atención del pequeño de nueve años. 'Nos dijeron que eres hincha del Junior', continuó, para sacarle palabras al hijo de Elis Bellío Martínez.
Los demás jugadores continuaron el saludo a Enuar y le dieron mensajes de apoyo, pero el niño seguía en shock. Sin embargo, una chispa de felicidad se notó en su rostro cuando el ‘capi’ empezó a firmar el balón blanco con naranja que le habían llevado, siguió Vélez y el ‘Búfalo’ fue el último en estampar su firma.
No siendo suficiente para este hincha juniorista, Viera abrió las alas de su camiseta para también cedérsela, a esa se sumó una casaca rojiblanca que quedaron con la firma de los jugadores.
Su madre, contenta por lo que su hijo estaba recibiendo se acercó para lanzarle una mirada llena de amor y tomarse una foto con los jugadores que llegaron hasta el hospital.
'Me siento muy contenta porque fue algo que sirvió para que él se sintiera bien, se sintiera contento. Cuando a él le prometieron el sábado el balón pensó que era mentira, pero el vio que se le cumplió el deseo', dijo la madre emocionada.
Todos aprovecharon
Al salir de la habitación de Enuar, el ambiente en los pasillos del tercer piso de la sala de cancerología se transformó. Pacientes, doctores, enfermeras y padres de familia quedaron estupefactos ante la comitiva juniorista que seguía esperando su próximo llamado. Murmullos, y por momentos gritos, se apoderaron del espacio. Mientras los jugadores seguían dando fotos y grabando videos, el pequeño Robert, vecino de la 314, hizo que las enfermeras solicitaran la presencia tiburona.
Al ingresar, Viera observó que en la mesa de noche había un periódico doblado mostrando las curvas de una mujer, ante lo que no dudó en bromear. 'Tu tan chico y ya viendo mujeres', expresó, mientras los presentes soltaban la risa.
El grupo de jugadores se despidió de brazos extendidos y chocada de puños con el pequeño para continuar su rumbo a otra habitación cercana. Ahí esperaba Keyner Díaz. El joven de 15 años, y quien lleva cerca de 15 días hospitalizado saludó a cada uno de los jugadores, identificándolos con su nombre. Cuando llegó el turno de saludar a Vélez, el adolescente quedó sin palabras. Toloza, Mena, Vélez… no sabía qué jugador estaba ahí. Por último, y con voz cansada, optó por decir Toloza. El primero en soltar la carcajada fue el cancerbero del equipo, a la risa del uruguayo le siguió la corrección de quienes estaban en la habitación que decían que quien llegó a visitarlo fue el vallecaucano Iván Vélez.
Despidiéndose y deseándole fuerza y mucho ánimo para continuar la batalla, los jugadores salieron de la habitación de Keyner.
El paciente estrella
Maria José Hernández, psicóloga de la Fundación Paola Andrea Velásquez Vivas, a la cual pertenecen todos los niños que visitaron ayer, les notificó al colectivo rojiblanco que su próxima parada sería en otra ala del hospital. Quien los esperaba estaba de cumpleaños y la sorpresa que recibiría sería tan juniorista como los jugadores.
Viera, Vélez y Ovelar llegaron al área donde desarrollan las quimioterapias. Al entrar recibieron el pudín con una vela de 6 años y un regalo envuelto en papel rojo acompañado de varios globos. Paso a paso se fueron acercando a la habitación de Rafael Mejía, un niño indígena de la Sierra Nevada que tiene 6 meses en el hospital y que ha atravesado por tres sesiones de quimioterapia.
'Rafa es el paciente estrella del instituto llegó de Valledupar hace 6 meses. A él se le diagnosticó leucemia, ya lleva tres ciclos de quimioterapia y esperamos iniciar pronto el protocolo de trasplante de medula ósea', explicó el doctor Isaías Garcerant.
A medida que los jugadores entraban al cuarto, los doctores y el personal de apoyo empezaron a entonar la primera estrofa del cumpleaños feliz.
El rostro de Rafita, como le dicen al cumplimentado, se inundó por la emoción, por la alegría y la sorpresa que estaba recibiendo.
Con su cariño y manera de expresarse, Rafael ha encantado a todo el personal médico desde que llegó. Sus padres tuvieron que dejarlo bajo el cuidado de Cadilza Durán, madre sustituta del pequeño indígena. 'Cuando llegó no sabía hablar español, solo su lengua nativa, pero el lenguaje del amor lo puede todo y él ha aprendido a comunicarse', dijo la barranquillera que lo cuida un mes después que llegara.
El pequeño se ha acostumbrado a vivir en la clínica y es quien alegra a todo el equipo. Sin embargo Cadilza asegura que lo que el más necesita ahora es el trasplante. 'Él resultó 100% compatible con su papá para el trasplante, pero la EPS Dusakawi no se ha pronunciado al respecto, esperamos que lo hagan pronto', sentenció la barranquillera.
Por ahora estos pequeños jugadores de la vida hacen su mayor esfuerzo en el partido más importante para salir triunfadores y lo hacen con el respaldo de ídolos como los tiburones que se tomaron el tiempo para compartir con ellos. 'Estos son los verdaderos campeones. Uno se siente súper bien de venir a visitar a estos niños porque ellos luchan a diario', expresó el atacante paraguayo Roberto Ovelar.