Compartir:

Los programas para controlar y prevenir adicciones de los trabajadores se han convertido en uno de los mayores desafíos para las empresas del país. Aunque no hay cifras recientes del número de empleados con síntomas de farmacodependencia, drogadicción o alcoholismo, ni de los costos que puede implicar las personas con adicciones, las compañías se han dado a la tarea de realizar campañas con ayuda de centros especializadas como la Fundación Libérate para manejar esta situación que afecta el rendimiento laboral, la productividad y que es una obligación de los empleadores según la legislación del país.

La información más reciente de consumo de sustancias psicoactivas en el país indica que el 10% de los colombianos entre 18 y 65 años han usado este tipo de sustancias en el último año, siendo el abuso de alcohol el principal problema. La prevalencia sobre esta sustancia es del 7%, lo que indica que uno de cada 15 colombianos se excede en el consumo del licor.

Martha Suescún, directora de la Fundación Libérate, centro especializado en adicciones, señala que para las organizaciones tiene un alto costo no tratar las adicciones a tiempo. 'Para una compañía no realizar campañas de prevención genera mayor número de personas con adicciones, lo que se traduce en disminución de la productividad, aumento en los riesgos y en la tasa de accidentabilidad, ausentismo y licencias médicas. Adicionalmente, deterioro del clima laboral y conductas que afectan al grupo trabajador. Todas las afectaciones significan mayores costos y menor rentabilidad, por lo tanto la empresa se hace menos sustentable'.

La Fundación Libérate, con más de 15 años de experiencia en el control y la prevención de adicciones en las empresas, resalta que las compañías pueden perder clientes por problemas de relación con el personal, incumplimiento, calidad del producto o servicio y deterioro de la imagen corporativa, si las adicciones con su personal no son manejadas mediante campañas.

Martha Suescún añade que no tener políticas definidas de control y prevención de adicciones puede generar para las empresas graves problemas debido a la legislación actual. 'En Colombia actualmente están vigentes cerca de ocho leyes y decretos que obligan a las empresas a incluir campañas de prevención y tratamiento para sus empleados, como la Resolución 1075 de 1992 - Decreto 1108 de 1994, en la que se obliga a los empleadores a incluir dentro de las actividades de medicina preventiva campañas para fomentar la prevención del consumo de sustancias psicoactivas. En cuanto a tratamiento la Ley 1566 DE 2012 dicta las normas para garantizar la atención integral a personas que consumen sustancias psicoactivas. Relacionado con el tabaquismo está la Resolución 1956 de 2008', agrega la vocera de la Fundación Libérate.

Campañas de Prevención de adicciones en las empresas

Características del ámbito laboral como compartir espacios comunes, relaciones humanas, cultura, intereses, normas y condiciones laborales facilitan una prevención efectiva.

Martha Suescún da a conocer algunos beneficios adicionales para una organización siempre y cuando se realicen campañas preventivas contra las adicciones. 'Las campañas preventivas permiten orientar a los empleados y evitar recaídas (por causa de las adicciones) facilitando el proceso de reinserción laboral, permite proyectar estilos de vida saludables en los trabajadores y sus familias. Adicionalmente, apoya para articular los sistemas de salud, los especialistas en el tema y las redes sociales de apoyo a las personas que necesitan tratamiento. Las empresas también podrán incluir las adicciones en los programas institucionales de capacitación y de desarrollo organizacional'.

Para desarrollar un plan de prevención del consumo de alcohol y de drogas -según la Fundación Libérate- se requiere de un gran acuerdo entre todos los actores que componen una organización. 'Estos acuerdos deben incorporar a los máximos directivos y ejecutivos, a los jefes, supervisores y a los trabajadores de todas las áreas de la empresa. Un programa de prevención que no cuente con el respaldo de los trabajadores no será efectivo y puede generar efectos contrarios incluso ser visto como una amenaza', añade Suescún.

La doctora Suescún, especialista en campañas contra las adicciones en organizaciones, destaca que la implementación del plan de prevención debe adecuarse a la realidad de cada empresa. 'La especificidad de cada empresa, su cultura, la calidad de sus relaciones laborales, su forma de organización y las características de sus lugares de trabajo, así como el nivel de conciencia que exista en los distintos niveles o áreas, entre otras variables, darán un sello propio al desarrollo del plan de prevención', concluye.