1- Adquiera el pescado en establecimientos reconocidos y de confianza, que cumplan con las medidas sanitarias establecidas para su conservación y que garanticen las condiciones básicas de higiene.
2-. Atención a las manos de las personas que manipulan el pescado que le venden. Deben estar limpias y sin laceraciones o heridas en su piel; además, es recomendable que tenga una indumentaria que evite la contaminación de los productos.
3- Los productos que se expenden al público en exhibidores abiertos deben mantenerse en cama de hielo; estos pescados deben tener un color característico, sin presencia de sangre u otras partículas que lo contaminen.
4- En el carrito de sus compras, separe las carnes, las aves y los pescados de las frutas y vegetales, colocándolos en bolsas plásticas para evitar que sus jugos goteen sobre otros alimentos.
5- En el momento de su preparación impida la contaminación cruzada, manteniendo el pescado fresco, los mariscos, crustáceos y sus líquidos lejos de los alimentos listos para comer y demás superficies.
6- Lávese bien las manos con abundante agua y jabón, antes de comer y/o de preparar alimentos, así como después de ir al baño, de cambiar un pañal o si has estado en contacto con heces o vómito de una persona enferma o que se sospecha que lo está.
7- Proteja los alimentos y las áreas de cocina de insectos, mascotas y de otros animales, guardando los alimentos en recipientes cerrados.
8- Cocina completamente los alimentos, especialmente carne, pollo y pescado.
9- No deje alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas, ni descongeles a temperatura ambiente.
10- Conserve las carnes, aves y pescados frescos en refrigeración o congelación; y evite el consumo de pescados o mariscos crudos.