Compartir:

La Organización Mundial de la Salud con motivo al Día Mundial de la lucha contra el Cáncer publicó diez datos que se deben conocer sobre esta enfermedad, por ejemplo, los cinco tipos de cáncer que causaron mayor número de muertes en hombres y mujeres o el impacto económico de esta enfermedad en los diferentes países.

- Cerca del 16% de las personas fallecen como consecuencia del cáncer. En 2015 8,8 millones de personas murieron de cáncer: casi una de cada seis muertes en el mundo.

- Cerca del 70% de las muertes por cáncer se producen en países de ingresos medianos o bajos.

- Los cinco tipos de cáncer que, en 2015, causaron un mayor número de muertes en los varones de todo el mundo fueron, por orden de frecuencia: pulmón, hígado, estómago, colorrectal y próstata.

- Los cinco tipos más frecuentes de cáncer que, en 2015, causaron un mayor número de muertes en las mujeres fueron, por orden de frecuencia: mama, pulmón, colorrectal, cervicouterino y estómago.

- Entre el 30 y el 50% de los cánceres se pueden evitar. El tabaquismo, que ocasiona aproximadamente el 22% de todas las muertes por cáncer, es la principal causa prevenible de cáncer del mundo.

- En 2012 el 25% de los nuevos casos diagnosticados en los países de ingresos medianos y bajos se debió a infecciones causantes de cáncer. Los papilomavirus humanos producen cáncer cervicouterino, y el virus de la hepatitis B, cáncer de hígado. La vacunación contra estos virus podría prevenir 1,1 millones de casos de cáncer cada año.

- En 2015 menos del 30% de los países de bajos ingresos ofrecieron tratamiento a disposición de los todos los enfermos de cáncer, mientras que en los países de ingresos altos este porcentaje es superior al 90%.

- El impacto económico del cáncer es significativo y sigue creciendo. Se ha calculado que el costo económico total del cáncer en 2010 fue aproximadamente de US$1,16 billones.

- Solamente alrededor del 14% de las personas que necesitan cuidados paliativos en el mundo reciben estos servicios.

- Solo uno de cada cinco países de ingresos medianos o bajos dispone de los datos necesarios para impulsar las políticas de lucha contra la enfermedad.