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Escuchar la expresión 'yo sufro de ganglios inflamados' es muy común y, para muchos, no requiere de atención.

'Los ganglios hacen parte del sistema hematológico. Son unos órganos que van paralelos a los vasos sanguíneos y tienen misión de defensa. Tiene que ver mucho con la producción de células hematológicas', asegura el hematólogo Alfonso Ardila.

No solamente sirven para que algunas células de la sangre maduren y se conviertan en funcionales, explica el médico adscrito a la clínica Portoazul, sino que también defienden de infecciones, que al aparecer en un lugar específico del cuerpo puede causar inflamación de un ganglio.

'Si tenemos una infección cercana a la zona inguinal, los ganglios de esa zona se inflaman. La diferencia es que es transitorio, es decir, que hay un cuadro agudo, hay dolor e inflamación solamente en esa zona', indica.

Sin embargo, hay que prestar atención a ciertos signos de alarma porque estos ganglios se pueden convertir en linfomas.

Según expertos, cuando una persona padece de linfoma significa que sus linfocitos están fuera de control, es decir, que empiezan a crecer de manera anormal y en tamaños desproporcionados.

Las zonas en que según el especialista Ardila se debe tener especial cuidado son: cuello, axila, región inguinal, abdomen y centro del pecho.

'Los ganglios reaccionan a algo infeccioso, a diferencia de las causas malignas como los linfomas, normalmente los ganglios aumentan de tamaño y no duelen. Esos son signos de alarma', indica.

William Mantilla, médico hematólogo y oncólogo de la Fundación Cardioinfantil, explica que los especialistas usan una clasificación de la OMS para los linfomas. 'Hay muchos tipos, pero se pueden clasificar en linfomas de Hodgkin y de no Hodgkin'.

Aparte de la aparición de masas o bultos, por inflamación en los ganglios linfáticos, los síntomas del linfoma no son específicos de la enfermedad.

'Dentro de los signos de alarma se encuentra la baja de peso sin razón, fiebre no explicada por infección, sudoración en las noches o que se forme una especie de secuencia y sea permanente', asegura Ardila.

Para él, el médico debe preguntar por esos signos. 'Es altamente sospechoso de linfoma o de alguna enfermedad maligna en los ganglios si se presenta'.

'Si tengo unos ganglios muy comprometidos en la axila puedo presentar gangrena en el brazo. También se puede presentar síndrome de vena cava, que es la obstrucción parcial o total del retorno de la sangre porque se tapa una vena muy importante que es la cava', dice el doctor Mantilla.

Según el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, el tratamiento estándar para el tipo de linfomas indolentes, pero que cuentan con sintomatología, consiste en esquemas de quimioterapia y terapia biológica. La radioterapia puede ser administrada a personas con linfoma en estadio I o II. Si se padece un linfoma muy maligno, el tratamiento más eficaz es, por lo general, con quimioterapia y terapia biológica.