Es normal escuchar dentro de nuestro ambiente laboral, amigos, incluso decirlo nosotros mismos 'estoy que me arranco la cabeza del dolor', un trastorno común que pocos pacientes analizan, clasifican o acuden al especialista.
Las cefaleas o dolores de cabeza son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso.
La Organización Mundial de la Salud calculó el año pasado que la prevalencia mundial de la cefalea en los adultos es de aproximadamente 50%, un trastorno que no es únicamente doloroso sino que llega a resultar incapacitante.
El neurólogo clínico Juan Camilo Rodríguez explica que las cefaleas se dividen en dos categorías: primarias y secundarias.
'Las primarias son mecanismos intrínsecos del cerebro y las secundarias tienen relación con tumores, por ejemplo, y pueden generar complicaciones serias', indica.
Dentro de las primarias las más frecuentes son las tensionales.
El paciente describe esta cefalea a menudo como una especie de banda de presión u opresión alrededor de la cabeza.
'También está la asociada a la alimentación. Cuando hay alto consumo de carbohidratos hay un nivel más alto de sufrirlo', asegura el neurocirujano José Name.
También menciona la migraña, que es una cefalea multifactorial. 'El paciente tiene dolor de cabeza más localizado y se acompaña de otros síntomas que se llama aura. Estos pueden ser náuseas, vómitos, adormecimiento o cosquilleo, entre otros'.
Cuidados
A nivel de casa, los cuidados sugeridos por el especialista Rodríguez cuando se convierte en un elemento crónico van desde dormir de 6 a 8 horas, evitar bebidas estimulantes, analizar los trastornos de ánimo y la realización de actividad física.
La recomendación de los especialistas, ambos adscritos a la clínica Portoazul, es la de acudir al médico teniendo claro los signos de alarma.
'Muchos no saben cuándo acudir. Hay que estar pendientes si cambia el patrón de dolor, si hay fiebre o una baja de defensas, pérdida de movimiento en alguna parte del cuerpo o alteración del lenguaje', afirma Rodríguez.
Name aclara que la cefalea no tiene los mismos síntomas en todas las personas, 'da de manera individual', sin embargo plantea una relacionada con la mujer respecto a los cambios hormonales y el periodo.
Dentro de los tratamientos, Rodríguez menciona dos tipos: los que son con analgésicos o antiinflamatorios para los dolores no tan seguidos, o los preventivos que son dados por los especialistas a pacientes que lo sufren seguido.