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Su historia podría empezar a ser narrada con el hecho de que el cáncer ha tocado la puerta de su hogar en cuatro ocasiones. Pero es preferible hacerlo con dos cuestionamientos: ¿Cuántas veces nos quejamos por una gripa o un dolor? y ¿qué tanto estamos dispuestos a soportar y en cuánto podemos ceder?

Miguel Palacio y Cecilia Latorre están juntos hace 60 años. Seis de ellos fueron de novios y 54 en matrimonio. Cinco hijos y múltiples combates librados hombro a hombro.

A Cecilia, de 78 años, hace 17 le diagnosticaron cáncer de mama.

'Me sentí una molestia, viajé a Estados Unidos y al regresar le comenté a mi hijo que era médico. Él me llevó y me hicieron todos los exámenes para luego dar con el diagnóstico', cuenta.

Confiesa que la palabra cáncer le provocó 'terror', pero sus ganas de vivir y positivismo fueron más fuertes. Estaba rodeada de su familia y su esposo la acompañaba en esta lucha, nada podía salir mal.

Luego de una mastectomía y un 'seguimiento' de cinco años, el cáncer se alejó de sus vidas.

Cuentan que cuando novios amaban salir a bailar, entre risas confiesan que 'se daban las mañas'. El papá de Cecilia era 'un paisa complicado', en palabras de Miguel, de 79 años. De casados continuaron siendo cómplices, estar rodeados de sus hijos se convirtió en 'el regalo más valioso'.

Ernesto, su hijo mayor, era médico anestesiólogo. Pasaron un par de años desde el diagnóstico de su mamá para que llegara el suyo. Como lo define su papá, 'desafortunadamente y por ironías de la vida él no llegó a tiempo'.

El hijo mayor de los Palacio Latorre fue diagnosticado con cáncer de colon.

'Los síntomas que él presentaba, a juicio de los colegas que lo atendieron, eran cosas caseras. Acidez, problemas con el estómago, y él seguía trabajando porque aparentemente no tenía nada', así pasó el tiempo hasta que viajó a trabajar en Estados Unidos.

Estando allá, un día cualquiera, 'se puso amarillo. Su esposa que también es médica lo llevó al hospital y el diagnóstico fue fatal. Necesitaba ser operado urgentemente'.

Las circunstancias eran diferentes. Llegaron a cuestionar los motivos por los que la vida les ponía estas 'duras pruebas', pero fueron más fuertes que el diagnóstico.

Le hicieron radioterapia, quimioterapia y dos operaciones. De repente hubo un 'momento de alegría' en su familia, al parecer habían vencido una vez más al cáncer.

Organizaron una fiesta en Barranquilla a la que asistieron todos los familiares y amigos a celebrar el cumpleaños de Ernesto. Algo que sus papás definen como 'una despedida', debido a que días después entró en crisis.

'En un momento uno sabía que ya era el final', dice Cecilia. Finalmente, perdió a su hijo de apenas 39 años. Eso ocurrió hace 12.

ESCALOFRÍOS

La palabra quimioterapia le produce escalofríos a Miguel. Los mismos que sintió cuando su estómago empezó a lanzar alertas pocos meses después de la muerte de su hijo. Alertas que fueron escuchadas y tras varias citas en el médico una nueva noticia estaba por llegar. Él también tenía cáncer de colon.

'Si no hago nada, también me va a pasar a mi', dice. Entonces la fortaleza tuvo una tercera fase. Ahora Cecilia estaba a su lado, aún con el dolor de la pérdida sabía que la lucha seguía y tenían el marcador a su favor: la detección fue temprana.

Fueron necesarias seis sesiones de quimioterapia, 'un tratamiento muy feo', sufrido.

'A la sexta yo ya no tenía ganas de nada. Uno va perdiendo la esperanza', relata Miguel.

Sin embargo la sensación cambia cuando los resultados entregados por los especialistas son positivos. 'Ahí uno se siente liberado y agradecido', afirma Cecilia con conocimiento de causa.

UN NUEVO DIAGNÓSTICO

Superaron operaciones a corazón abierto cada uno, el diagnóstico de cáncer de Cecilia, Ernesto y Miguel. Pero la pelea de esta pareja no acabó ahí. Faltaba otro round.

Cecilia sentía malestar en su cuerpo, había tenido un accidente y la habían sometido a varias operaciones. Decidieron hacer una última prueba y, como relata Miguel, 'ahí estaba el señor cáncer esperándonos'.

Cecilia tenía cáncer de colon. El mismo que tuvieron Ernesto y Miguel.

'Todos los días pido a Dios para seguir viva', es su deseo constante. Su fortaleza está en tomar la mano del hombre con el que ha compartido su vida, sus alegrías y sus tristezas.

A ella la operaron y después de un tratamiento, tal como lo hizo con el de mama, logró derribar 'al señor cáncer'.

'Tenemos que luchar por la vida, es bonita. Hay que saberla vivir y siempre hay una solución', dice.

Después de tantos golpes sus sonrisas siguen intactas. 'Las cosas no te llegan del cielo, debes buscarlas', afirman.

Recalcan que la ciencia ha avanzado mucho. 'Hoy en día hay solución a casi todas las enfermedades. Solo debemos poner de nuestra parte y acudir al médico oportunamente. Dejar a un lado los miedos por un diagnóstico'.

Después de tanto, ahora definir la palabra cáncer a Miguel le resulta sencillo: 'es una enfermedad más que no debe generar pesimismo'.

Ahora el sueño de ambos es vivir 'muchos años más, pero con salud. Así sea para hacer el ridículo', cuentan abrazados. Además, anhelan un tercer nieto, 'la risa de un niño en la casa, tener a quien consentir... volver a tener hijos'.

Mientras tanto Cecilia seguirá viendo en los ojos de Miguel su 'todo', y Miguel en los de Cecilia 'más que todo'. Ambos, listos para la siguiente prueba, sin miedo al diagnóstico y a dar la pelea.

LO QUE DICEN LOS PROFESIONALES

El doctor Carlos Castro, director científico de la Liga Colombiana contra el cáncer, dice que en Colombia esta enfermedad 'es un problema que se está incrementando por múltiples razones. Una de ellas es que estamos viviendo más, y hay más oportunidad de desarrollarlo. La segunda son los factores de riesgo como hábitos de vida poco saludables, el consumo de tabaco o el sedentarismo. Además, en algunas áreas se ha mejorado la detección temprana, pero sigue existiendo una gran ignorancia en el tema de consulta'.

Al acudir al especialista, relata Castro, 'un paciente con cáncer pierde seis meses de consulta en consulta hasta que se hace el diagnóstico, y cuando se hace puede demorar otro tanto en recibir la atención porque no autorizan, no hay agenda o demás. Aparte de la enfermedad tenemos dificultades propias de el sistema que, aunque en algunas ciudades ha mejorado, en otras sigue teniendo problemas'.

'Debemos garantizar el mejor tratamiento posible y a tiempo', resalta.

LOCALMENTE

En Barranquilla, las personas pueden acudir a la Liga contra el cáncer seccional Atlántico, ubicada en la carrera 25 # 53 D - 65. 'En nuestra institución prestamos diferentes servicios. Entre los que tenemos medicina general y especializada como ginecología, dermatología, urología, especialistas oncológicos y otras enfocadas a la detección del cáncer de manera preventiva. De igual manera préstamos los servicios de ecografía y mamografía', indica Mylene de Forero, presidenta.

'Pueden venir todos aquellos que quieran realizarse exámenes de prevención y diagnostico del cáncer', finaliza la funcionaria, ya acostumbrada a noquear esta enfermedad cuantas veces haga falta.

ACUDA AL MÉDICO ESPECIALISTA

Los especialistas en coloproctología Ferney García y Juan Troncoso, médicos adscritos a la Clínica Portoazul e Icerec, aseguran que muchas personas 'aún desconocen la especialidad y no acuden a tiempo para la detección temprana del cáncer'.

Otro aspecto importante es el temor de los pacientes para realizarse la colonoscopia y el tabú que hay en torno a esto. 'Es mentira que duele, y si logramos detectar a tiempo los pólipos, hay hasta un 70% de probabilidad de no desarrollar cáncer'.

La recomendación de ambos especialistas es escuchar al cuerpo, saber que existe esta área y que el cáncer de colon es el tercero de mayor incidencia en el país actualmente.

'Es de los que mejores pronósticos tiene si se detecta a tiempo y la colonoscopia es la única que lo puede hacer', enfatizan.

Dentro de los factores de riesgo se encuentra el consumo de cigarrillo, la obesidad, sedentarismo, ingesta de carnes rojas y además, el tránsito lento del organismo.