El cuerpo humano posee un sistema especial y enigmático: el endocannabinoide.
Explica Paulo Vega, médico neurólogo de Khiron, compañía canadiense 'integrada verticalmente de cannabis medicinal' con operación en Colombia, 'funciona especialmente en el cerebro'.
'Se encarga de múltiples acciones, entre ellas la ansiedad, el apetito, sueño y la percepción del dolor', agrega.
Este sistema es estimulado con los activos principales del cannabis como el tetrahidrocannabinol o THC y el cannabidiol o CBD.
Esos principios activos no se tratan de la marihuana, aclaran los expertos asistentes al Primer simposio médico de cannabis medicinal, desarrollado la semana pasada en Bogotá.
El Invima habla del cannabis medicinal como aquel que 'corresponde al uso de Sumidades floridas o con fruto de la planta de género Cannabis (a excepción de las semillas y las hojas no unidas a las sumidades), de sus preparados o de sus principios activos como metabolitos, llamados cannabinoides, como terapia para tratar algunas enfermedades o aliviar síntomas'.
Daniel Schecter, cofundador de la Clínica Médica de Cannabis en Canadá, una institución con más de 20 puntos de atención en el país y 25.000 pacientes, señaló que las principales razones por las que consultan los pacientes en su red de clínicas en Canadá son las enfermedades crónicas, además del cáncer. 'Incluye dificultades para dormir, depresión o cambios repentinos de ánimo'.
'Los medicamentos que se fabrican a partir del cannabis están diseñados de tal manera que interactúan con el sistema endocannabinoide, lo estimulan y modifican para que a través de esto produzcan su efecto terapéutico', explica Vega.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a través de un informe que la marihuana medicinal no se puede catalogar como una droga, debido a que no representa problemas para la salud. Una decisión anunciada tras meses de estudio.
Vega indica que los productos medicinales desarrollados con los principios activos del cannabis 'son diseñados para que tengan seguridad y eficacia'.
'Específicamente los tratamientos con cannabis son efectivos para enfermedades como epilepsia, dolor crónico. También se ha demostrado beneficio en las náuseas y vómitos de la quimioterapia. Además, existe registrado un producto que está aprobado para tratar la espasticidad asociada a esclerosis múltiple'.
Por su parte, la OMS señala que varios estudios han demostrado los efectos terapéuticos de los cannabinoides 'para las náuseas y los vómitos en las etapas avanzadas de enfermedades como el cáncer y el sida'.
Normalmente no se acompaña de ningún efecto psicotrópico, además el potencial de adicción es mínimo, asegura el médico Vega. 'Los efectos adversos existen, no es un medicamento que sea exento. Entre ellos está la somnolencia y una sensación de alteración del equilibrio'.
El especialista Schecter sostiene que en general no se recomiendan los cannabinoides para personas menores de 25 años, específicamente por los efectos que trae el tetrahidrocannabinol o THC, principio activo de la planta que posee el efecto psicoactivo más significativo.
'Respecto al cannabidiol o CBD, otro principio activo, puede ser suministrado a niños con epilepsias farmacoresistentes, por ejemplo', sobre esto ya se han desarrollado estudios en Estados Unidos que han demostrado su eficacia.
No es fumar
Vincent Maida, bioquímico que actualmente se desempeña como consultor en medicina paliativa y manejo de heridas en el Sistema de Salud William Osler en Toronto, sostiene que en los cuidados paliativos el uso medicinal presenta beneficios en la salud de los pacientes, lo cual se refleja, incluso en su entorno familiar 'porque otorga calidad de vida'.
'Es un problema que la gente piense que fumar marihuana hace parte del uso medicinal. Hay una confusión', manifiesta.
Agrega que en el uso médico 'hay un control en su producción y crece en condiciones estrictas, mientras que en el recreativo no hay tanta reglamentación y se produce sin estándares'.
Para Schecter hay que dejar claro que el cannabis terapéutico no es marihuana. 'El cannabis medicinal está en productos que específicamente contienen THC o CBD, es la única vía. Hay personas que usan máquinas vaporizadoras lo que permite que el humo con los principios activos llegue hasta ellos'.
Al respecto, Michael Boivin, consultor clínico farmacéutico que ha escrito múltiples programas de educación continua sobre el rol del cannabis en varias enfermedades crónicas. Dice que 'el cannabis medicinal tiene diferentes principios activos que se pueden representar en varias drogas para el beneficio de la salud humana. Aunque también hay un gran potencial para ser usado de manera recreativa'.
Maida compara también las condiciones en las que son desarrollados ambos. Sostiene que el medicinal presenta unos procesos estructurados y rigurosos, mientras que el recreativo es expuesto a pesticidas, bacterias y otros agentes contaminantes porque en muchos casos no existe tal rigurosidad para su cultivo.
En Latinoamérica los países que han legalizado el cannabis medicinal son Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Perú. El consumo despenalizado está aprobado en Paraguay, Bolivia y Ecuador.
En abril del año pasado el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto que reglamenta la ley 1787 de 2016 (que creó el marco legal para el uso médico y científico de la planta) que abrió el camino de otorgamiento de licencias a personas o empresas privadas interesadas en entrar en el negocio del cannabis medicinal. Los aspirantes deberán acatar las disposiciones del Estado planteadas en la ley.
La compañía canadiense Khiron Colombia S.A.S, subsidiaria de Khrion Life Science Corp, fue la primera en obtener por parte del Ministerio de Justicia de Colombia la licencia para el cultivo de cannabis medicinal de bajo porcentaje de tetrahidrocannabinol.
Colombia
Licencias
La licencia de fabricación de derivados de cannabis es la única que entrega el Ministerio de Salud. Esta es solicitada por quienes busquen fabricar derivados para el uso nacional, para la exportación y para la investigación científica.
El Ministerio de Justicia, por su parte, entrega la licencia de uso de semilla para siembra con fines científicos o de comercialización o entrega, y la licencia de cultivo de planta de cannabis psicoactivo (cuyo contenido de tetrahidrocannabinol es igual o superior a 1% en peso seco) y no psicoactivo (con THC menor a 1% en peso seco).