Dice ser 'un poco flemático, sentimental'. Es bogotano y se graduó como ingeniero electrónico en el Trinity College, Cambridge, en Inglaterra, aunque su vida la ha pasado en el campo de la medicina. Su pasión, dice, es el corazón, al que retó y salió victorioso. Jorge Reynolds Pombo, de 83 años, es el creador del primer marcapasos.
Comenzó en 1957 su investigación luego de regresar al país con su diploma. 'Primero aprendí que el corazón es un sistema eléctrico y que sus problemas, en su gran mayoría, eran eléctricos. Estos eran inmanejables desde la parte farmacéutica por lo que me hizo pensar que la deficiencia de un funcionamiento eléctrico del corazón se podía hacer con un sistema artificial', explica con pausa el ingeniero, al que muchos ya consideran un doctor y al que todos saludan en los pasillos del XXVII Congreso Colombiano de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, desarrollado esta semana en Barranquilla.
Lo que él cataloga 'una serie de coincidencias' lo llevó a ese camino. 'Entré a trabajar en medicina en la Universidad Nacional, casi en simultáneo también en la Clínica Shaio. En la Nacional aprendí qué era un corazón y en la clínica vi la cantidad de pacientes que morían por arritmia. Eso me hizo crear un sistema artificial que pudiera producir pulsos eléctricos'.
En menos de un año su investigación estaba plasmada. Las pruebas se habían realizado en perros y seguía el proceso.