Compartir:

'Llegaste a mi vida con un propósito, pero no puedes estar aquí. Te agradezco, pero debes irte'. Así hablaba Patricia Acosta con su cáncer. Lo confiesa entre lágrimas porque fue el momento más difícil, quizá el único en el que tuvo ese sentimiento de tristeza desde que supo que tenía cáncer de mama.

Ella, que trabaja hace 18 años en el área de Gestión Humana de la Universidad del Norte, asistió a una conferencia con el mastólogo Juan Felipe Arias en la que explicaba la importancia del autoexamen en un contexto detallado. Una lección bien aprendida que al poco tiempo le permitió reconocer 'una pequeña bolita que no se movía' en su seno.

Esa bolita, con la que luego mantuvo una conversación para poder liberar aquel sentimiento, fue el aviso para el cáncer que fue tratado por el mismo Arias y un equipo de especialistas. Un proceso que en medio de todo Patricia califica como 'hermoso', porque se llenó de 'sabiduría, paz y tranquilidad', la misma que le transmitió a su esposo, José Pérez, y su hijo Juan José. 

'No es el primer caso de cáncer en mi familia. Primero fue mi papá en 2010 con cáncer de próstata, a los dos años le dio cáncer de piel a mi mamá y fueron seis años con esa lucha. Ella murió en septiembre. En febrero llegó la noticia de mi esposa', cuenta José, que tiene 23 años de estar junto a Patricia. La conoció en el barrio cuando iba a visitar a su prima, cuenta que al verla no dudó en decir: 'esa es'.

Estar entre esa lucha con su mamá y la noticia de Patricia fue difícil para él. Su esposa —recuerda— sacó en esos días la fortaleza y el positivismo que siempre la ha caracterizado. 'Ella no se dejó caer. Siempre ha estado con mucha fe en que va a salir adelante y me ayudó mucho'.

Por su parte, Juan José, su hijo, confiesa que 'al principio fue duro' porque se trata de 'una noticia difícil y compleja'. Lo que a él lo hizo salir adelante fue justo eso, 'la actitud' de su mamá. 'Nunca la vi decaída o mal, además que sabiendo un poquito del tema me permitió estar más tranquilo. Ella me dio fuerzas para no caer', cuenta.

Patricia no usó internet para averiguar sobre el cáncer. Admite que 'no es una experiencia fácil' recibir esa noticia, pero también es enfática en decir que no le dio cabida 'al proceso de negación. Más bien fue un punto para pensar en lo que iba a venir'. 

José asegura que el apoyo de la pareja es fundamental. 'Uno debe participar en ese proceso de examinar, no es una tarea solo de la paciente. Además el tiempo es fundamental, pedir permisos para acompañarla en cada consulta, examen o cirugía. No se puede dejar sola'.  

'Mi mamá es una mujer resiliente. Es luchadora y con una fortaleza única. Es una mujer guerrera', dice Juan José.