Compartir:

Dos equipos de investigadores franceses han demostrado la eficacia de un nuevo test para predecir el riesgo de recaída en los enfermos de Lupus, una enfermedad autoinmunitaria que alterna periodos de exacerbaciones y remisiones.

Este test, más rápido y sensible que los dispositivos existentes, permitió establecer que los pacientes con un Lupus en remisión, pero con una tasa elevada de interferón, tienen más riesgo de recaída al año siguiente que los otros.

Esta información es importante para saber qué pacientes necesitan 'una estrecha vigilancia' y cuáles pueden 'beneficiarse de una reducción de la vigilancia y de los tratamientos', explican los autores del estudio, publicado ayer en la revista Annals of the rheumatic diseases.

El lupus es una enfermedad autoinmunitaria, severa y crónica, cuyas causas siguen siendo desconocidas. Afecta a unos cinco millones de personas en el mundo.

La enfermedad, que avanza por brotes, se caracteriza por un desajuste del sistema inmunitario que ataca a los tejidos y los órganos del enfermo. Se manifiesta con signos clínicos muy variables (erupciones cutáneas, artritis, problemas renales, neurológicos, anemia), lo que complica su diagnóstico.

Los estudios anteriores han demostrado que las células del sistema inmunitario de los enfermos de lupus producen interferones, proteínas de la familia de las citocinas, de forma muy abundante. 

'Esta ‘firma’ interferón es todavía más marcada cuando la patología es severa o en exacerbación' y 'la reaparición de anomalías biológicas puede dejar presagiar un brote tras un periodo de calma', explica la Asistencia Pública de los Hospitales de París, en un comunicado.

Pero las pruebas biológicas clásicas no son suficientemente sensibles para detectar las muy bajas concentraciones de interferones presentes en el suero en los periodos de remisión. 

La tecnología utilizada en el estudio por los dos equipos del hospital de la Pitié-Salpêtrière (AP-HP) de París, un test digital de la empresa estadounidense Quanterix, es más rápida y consiste en un 'simple test biológico, realizado a partir de varios microlitros de suero'.

Su uso en 254 enfermos con Lupus en remisión detectó 'tasas anormalmente elevadas de interferón-alfa en el suero' en un cuarto de ellos. El seguimiento de estos pacientes participantes durante un año demostró que 'esta anomalía biológica está asociada con un riesgo de recaída en aumento'.