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En la lucha contra el cáncer de mama hay un factor que es vital para la recuperación de los pacientes: el apoyo emocional de sus familias. Una investigación de la Universidad Simón Bolívar evidenció que la parte afectiva es un factor protector ante esta enfermedad que ha dejado millones de víctimas. 

Unisimón da a conocer esta completa investigación a propósito del Día Mundial de lucha Contra el Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre. Este es el tipo de cáncer que más se registra en mujeres de países desarrollados y en desarrollo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El cáncer es considerado una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo. En 2012 se registraron alrededor de 14 millones de nuevos casos, posicionándolo como la segunda causa de muerte en el mundo. En 2015, por ejemplo, esta enfermedad dejó 8,8 millones de víctimas. Los casos más frecuentes fueron cánceres de pulmón, hígado, estómago, colon y de mama.

La investigación titulada ‘El afrontamiento y la familia como factores protectores y terapéutico al tratamiento de pacientes con cáncer de mama’ fue elaborada como proyecto de grado de tres estudiantes del programa de Psicología de Unisimón, en la sede de Cúcuta. Los autores fueron Alexander Flórez Garay, Francis Caro Pacheco y Marienela Pérez Ureña.

El cáncer de mama es definido por la OMS como una patología cuya característica biológica es la multiplicación rápida de células anormales que invaden varias partes del cuerpo, propagándose en los órganos y generando un deterioro de las funciones y estructuras propias de la glándula mamaria.

Consecuencias emocionales, cognitivas y conductuales

Además de ser un problema de salud pública, el cáncer se ha relacionado con consecuencias emocionales, cognitivas y conductuales, las cuales se presentan en pacientes y familiares. Entre las emocionales está el dolor, impotencia y temor; en las cognitivas, frustración y ansiedad; y en la conductuales está la agresión, limitación de contacto social, abandono de actividades laborales.

'No se pueden ignorar aquellos aspectos que son considerados como positivos de la patología en el cuidador familiar, los cuales se contrastan con la reducción de los niveles de estrés cuando los sentimientos positivos superan los negativos. A esto se le puede llamar afrontamiento sano, donde el familiar utiliza mecanismos activos frente a la situación que están viviendo, de esta manera el ambiente familiar se torna más llevadero en la cotidianidad del sistema familiar', precisó la investigación.

Las estrategias de afrontamiento tienen una connotación activa centrada en el problema, forzándolos a la búsqueda de soluciones múltiples y potencializando los recursos que poseen las personas para enfrentar la enfermedad.

Al analizar los resultados del estudio, se encontraron hallazgos significativos en lo relacionado al proceso de la enfermedad, entre los cuales se destacan las estrategias evitativas (religión, autodistracción) y las estrategias activas (apoyo emocional, reformulación positiva y afrontamiento activo).

Pese a que los familiares se enfrentan a la incertidumbre sobre la enfermedad en el paciente diagnosticado, brindan su apoyo para realizar todos los procedimientos necesarios para el inicio y la continuidad del tratamiento. Se evidenció una actitud positiva frente al mejoramiento de salud de su familiar e, incluso, mencionan que la experiencia les ha llevado a compartir más en familia y comprender de mejor manera el proceso.

Los resultados de la investigación arrojaron que tanto pacientes como familiares tienen un gran impacto emocional, generado afectaciones en las relaciones de amor, comprensión, cariño y demás entre ellos.

Los participantes de esta investigación ratificaron que la pareja y la familia son consideradas importantes en el proceso de recuperación, algo en lo que coinciden diferentes expertos quienes afirman que el subsistema conyugal es imprescindible, ya que es considerado como el mejor soporte físico y psicológico en un tratamiento.