Un artículo publicado en la revista Nature revela que las medidas para disminuir el contagio de COVID-19 han servido para reducir brotes de influenza.
'Los bloqueos y las medidas de distanciamiento social destinadas a frenar la propagación del coronavirus parecen haber acortado la temporada de influenza en el hemisferio norte en aproximadamente seis semanas', afirma la investigación.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente mueren en el mundo entre 290 mil y 650 mil personas.
A pesar de estos datos, también se afirma que debido a la cantidad de muertes por COVID-19, los impactos netos en la salud global serán difíciles de identificar.
'El seguimiento de la influenza y otras enfermedades infecciosas puede ayudar a revelar la efectividad de las políticas de salud pública destinadas a detener la pandemia de coronavirus', afirma Nicola Jones, autor del artículo.
Según datos del sistema de vigilancia global de la OMS FluNet, los casos de influenza confirmados por laboratorio tuvieron una disminución considerable a principios de abril, semanas posteriores a la declaratoria de pandemia por la enfermedad del nuevo coronavirus.
Los datos fueron recopilados en 71 donde se analizaron más de 150 mil muestras de laboratorios nacionales.
En enero, antes de la pandemia de coronavirus, la temporada de influenza estaba en camino de ser la más severa en décadas.
Otros posibles factores que pudieron llevar a la reducción de cifras es que las personas con cuadros gripales pudieron haber evitado asistir a clínicas y por esta razón sus registros no fueron plasmados.
La OMS baraja también la posibilidad de que las medidas tomadas por los países hayan contribuido de manera importante en la reducción de dichas cifres.
'Las medidas de salud pública como las restricciones de movimiento, el distanciamiento social y el aumento de la higiene personal probablemente tuvieron un efecto en la disminución de la gripe y la transmisión de otros virus respiratorios', dijo la Organización Mundial de la Salud.
En Colombia, de la semana 1 a la 17 de 2020 se han registrado, según la cifras de FluNet, 220 casos positivos de influenza comprobada en laboratorio. En 2019 para ese mismo periodo se tenía un registro de 375, lo que equivale en una reducción de 155.
El artículo publicado en Nature revela, por ejemplo, que en Hong Kong la temporada de influenza 2019-2020 fue un 63% más corta que la de los cinco años anteriores. De igual forma se registró una reducción del 63% el número de muertes confirmadas en laboratorio. Durante el brote de SARS, en 2003, se registró un panorama similar.
Pak-leung Ho, coautor del estudio, afirma que otras enfermedades infecciosas 'podrían verse afectadas este año'.
El investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de Hong Kong afirma que en comparación con años anteriores los casos de varicela se redujeron casi que a la mitad.
En abril los casos de sarampión y rubeola fueron los más bajos a nivel mundial, situación que no se registraba desde el 2016. Según el especialista, en el cuarto mes del 2020 se registraron 36 casos de rubeola en todo el mundo. Aduce que el cierre de las escuelas puede haber tenido un gran impacto, teniendo en cuenta que estas enfermedades afectan típicamente a los niños.