Jornadas de trabajo más extensas que lo acostumbrado debido a compromisos laborales que demandan más atención son algunas de las situaciones que han experimentado muchas personas en Colombia debido a la pandemia por COVID-19.
La cuarentena conllevó a que trabajadores como Isamar Naranjo tuvieran que laborar desde casa. Al principio, la joven vio esta situación como una oportunidad para tener más tiempo para ella y su familia, y a la par dedicarse a algunas cosas del hogar.
Desde el 25 de marzo Isamar convirtió su cuarto en una oficina. El clima laboral ahora lo tenía que poner ella en casa, eso sí, con un poco de influencia remota.
Cuando pensaba que el tiempo que se ahorraba en transportarse desde su casa hasta la oficina lo podría utilizar para hacer más ejercicios o compartir tiempo con su familia las constantes peticiones de los clientes y las llamadas permanentes desde su trabajo le hicieron caer en cuenta que no había nada más alejado de la realidad.
El trabajo llegó a duplicarse para esta joven especialista en comunicaciones corporativas porque ahora tenía que rendir más informes que antes. 'La carga laboral se multiplicó porque no solo debo atender a mi jefe, sino a cada cliente que tengo a mi cargo', explica.
La presión que llega a sentir por la cantidad de trabajo demandada ha llevado a esta comunicadora a experimentar migrañas, para ella insoportables. 'Hubo un momento en el que los dolores no se me quitaban con nada. Acudí a una cita telefónica y me recetaron codeína y acetaminofén'.
Su piel también le ha dado señales de que las cosas con su salud no están muy bien. Isamar sufre de dermatitis atópica, un trastorno dermatológico que la lleva a presentar salpullido rojo y comezón.
Este mal no lo había manifestado en su niñez, cuando es por lo general que se desarrolla, se dio de un momento a otro. Su dermatóloga concluyó que el detonante fue una baja en sus defensas producto del estrés.
'La dermatitis es súper incomoda porque suelen salir brotes en la piel muy rojos que pican y duelen', advierte.
En cuarentena, debido a la sobrecarga laboral, su condición dermatológica se ha agudizado. A todas estas manifestaciones de su cuerpo se suman sentimiento de impotencia, agotamiento y fracaso, baja autoestima, sensación de poca realización personal, estado permanente de nerviosismo, dificultad para concentrarse, taquicardias, insomnio, aburrimiento e impaciencia.
Para sobrellevarlas escucha música relajante y trata de tomar un respiro del trabajo, descansar por lo menos 15 minutos cuando ya se siente muy abrumada.