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'Mientras haya vida, hay esperanza', expresó el desaparecido físico teórico Stephen Hawking en un discurso en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong en 2006.

En el municipio de Santa Rosa del Sur, en el departamento de Bolívar, 14 años después esa frase refuerza su valor con el caso de Dariana Salomé Marín Suárez, una bebé de 1 año que tuvo que someterse a un trasplante de hígado en medio de la pandemia, para seguir aferrada a la vida.

Marly Suárez, madre de la menor, relata que cuando Dariana nació presentaba un color muy amarillento en su piel. Debido a la falta de información, tanto ella como su cónyuge, Jaider Marín, pensaron que el problema se solucionaría con un poco de sol.

A los 15 días de haber dado a luz, Marly llevó a su pequeña al pediatra. Ahí le manifestaron que Dariana tenía la bilirrubina alta, pero que era 'normal' que en un recién nacido este pigmento biliar estuviese en niveles elevados.

Los índices de bilirrubina de la recién nacida estaban por encima de 1,2 miligramos por decilitro de sangre (mg/dl). Lo normal, según Mayo Clinic, es que en menores de 18 años estos valores estén en 1 mg/dl.

La familia Marín Suárez confió en el dictamen de pediatría y regresó a su casa luego del control. Un mes después las cosas para la bebé no mejoraban y seguía manifestando el color amarillento en su piel. La llevaron nuevamente a control y se le autorizaron unos nuevos análisis.

De acuerdo con la madre, los resultados arrojados en ese momento indicaban que la niña estaba bien, por lo que los médicos no consideraron recetar ningún medicamento.

Marly notaba que en su hija no había ninguna mejoría, su piel seguía amarilla y el estómago se le notaba inflamado. Pasaron cerca de cuatro meses en esa misma situación, por lo que la familia decidió llevar a la niña a que la revisara un especialista privado.

Luego de practicarle nuevamente otros exámenes el pediatra determinó que la bebé sufría de atresia biliar.

Standford Children’s Health explica que esta enfermedad rara del hígado ocurre precisamente en los bebés y 'se detecta, a menudo, poco después del nacimiento. Es un trastorno que afecta los tubos en este órgano que se conocen como conductos biliares. Si no se trata mediante cirugía puede ser mortal'.

Debido a lo que ella considera errores de diagnóstico y procedimiento ineficiente con su pequeña, su madre optó por cambiarse de EPS. Cuando lo logró fue de inmediato a su nueva prestadora de servicios de salud para que le ayudaran con la enfermedad de su hija.

Después de realizarle nuevamente exámenes, su EPS determinó que la niña debía someterse a un trasplante de hígado. Ya solo debía esperar la fecha.