Un estudio del Centro de Excelencia en Investigación de en Salud Mental (Cesism) en Profesionales de la Salud revela que el 39,4% del personal médico en Colombia ha manifestado problemas de salud mental.
La investigación fue desarrollada por el Grupo de Investigación en Salud Mental clasificado por Colciencias en categoría A, encabezado por la magister en Salud Pública y especialista en Epidemiología, Yolanda Torres Galvis.
El estudio se desarrolló a través de encuestas aplicadas a 711 profesionales de la salud durante el mes de julio.
Cabe resaltar que la investigación se adelantó entre personal médico, de enfermería y otros profesionales en varias ciudades del país.
Las cifras fueron promediadas entre los datos suministrados por los médicos, enfermeros y los otros miembros del personal sanitario al ser consultados sobre trastornos como ansiedad, depresión e insomnio.
De acuerdo con el estudio, el 35,4 de los médicos manifestó experimentar ansiedad. Esa misma patología fue reconocida por el 27,8% de los enfermeros y el 31,8% del resto de profesionales.
En el caso de la depresión el 26,7% de los médicos, el 16,7% de los enfermeros, y el 18,2% de los demás profesionales expresaron haberla sentido.
El 13% de los médicos, el 10,5% de los enfermeros, y el 4,5% del resto del personal sanitario manifestaron presentar problemas con el insomnio.
'Estos factores en conjunto hacen de esta pandemia una tormenta perfecta que ocasiona que la salud mental de los médicos y trabajadores de la salud se haya visto afectada', indicó Torres Galvis.
De acuerdo con la experta, esta situación también se ve acompañada de disgusto, pena y culpa, lo que conlleva a presentar el síndrome de desgaste profesional, también denominado como ‘moral injury’.
La especialista en epidemiología resaltó que debido a las diversas razones que rodean el contexto de la pandemia 'no sorprende que el personal de la salud sea especialmente susceptible a sufrir trastornos del estado de ánimo como ansiedad, depresión e insomnio'.
Entre los factores asociados a desarrollar estos trastornos se encuentran la preocupación por infectarse de Covid-19, la discriminación social, el temor de contagiar a familiares, el contacto con pacientes infectados, el aumento de trabajo durante la pandemia, entre otros no menos importantes.
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Trasmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, reconoció que efectivamente la pandemia 'nos tomó por sorpresa a todos'.
Según Bautista, la situación suscitada por la Covid-19 ha ofrecido la oportunidad para reconocer la necesidad de 'abordar la salud mental desde una perspectiva de desarrollo humano'.
De acuerdo con la funcionaria, la evidencia ya había anticipado que la carga de salud mental relacionada con los brotes epidémicos siempre tiene un desenlace que debe ser analizado.
'Frente al Covid-19 ya teníamos una alerta encendida en el tema de salud mental sobre las personas que trabajan en el sector médico', puntualizó Bautista. 'Hemos quedado expuestos en nuestras necesidad de salud mental', indicó la funcionaria.
La subdirectora de Enfermedades No Trasmisibles explicó que a raíz de la situación se han desplegado una serie de líneas estratégicas 'relacionadas con el abordaje y cuidado de la salud mental'.
Uno de los puntos que tocó la experta y que se convierte en agravante de los problemas en mención es la estigmatización al talento humano de la salud y a las personas contagiadas con Covid-19.
El contexto actual, de acuerdo con la funcionaria, el Gobierno nacional activó una línea de teleorientación con la que anteriormente no contaba el país. 'Activamos el numeral 4 de la línea 192'.