Kelvin Hernández es un niño de 3 años que permanece hospitalizado en el sexto piso de la Clínica Portoazul Auna donde atienden a los infantes que padecen algún tipo de cáncer. Él generalmente es introvertido y son pocas las palabras que se le alcanzan a entender, pero este lunes amaneció feliz porque le anunciaron que recibiría la visita de unos superhéroes.
Delgado y de tez trigeña el niño tomó una toalla amarilla que tenía una figura de pato y se la colocó en su cabeza. A todo el que veía le decía que él era el 'súper pato', un nuevo personaje cargado de poderes para luchar ante cualquier adversidad. Esto causaba risas en el personal médico que recorría el pasillo que comprende desde la habitación 627 hasta la 640.
Mientras Kelvin se mantenía expectante en su habitación donde era abrazado por su madre, en la azotea del centro médico, a unos 36 metros de altura, los alpinistas Rodolfo Quintanilla, conocido por sus compañeros como ‘Fito’, y Lewis Martínez, se ponían sus trajes de Spider-Man y Capitán América, para sorprender a siete niños que batallan por su vida en el interior del centro asistencial, en el norte de Barranquilla.
Bajo el fuerte sol esta dupla súper poderosa, al mejor estilo de Los Vengadores, inspeccionaban las cuerdas y los arneses que se pondrían para comenzar a descender de la azotea hasta los balcones del sexto piso. Su misión: llevarles un mensaje alentador en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Infantil. 'Vinimos a sacar sonrisas, hoy es un día especial para ellos y creo que se van a llevar una de las mejores sorpresas de sus vidas', dijo ‘Fito’, que en vez de las características telarañas del Hombre Araña, tenía una larga cuerda que le sirvió para desplazarse a lo largo del edificio.