Cereales, gaseosas, sopas en cajas, jamones y salchichas son solo algunos de los productos que de ahora en adelante tendrán en la parte frontal de su empaque la advertencia de exceso de azúcar, sodio o grasas.
Recientemente, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que regula el consumo de ciertos artículos clasificados como comida chatarra. Con este se busca que los comensales tengan claridad en la información suministrada de los productos, protegiendo la salud de los mismos.
Por ejemplo, donas, bocadillos, queso de hoja, achiras, rosquillas, tamales, perro caliente o hamburguesa 'no tienen exceso de estos componentes, no son alimentos ultraprocesados y no tienen añadidos', por tanto no requieren estas observaciones en sus presentaciones. Así es como lo explica Mauricio Toro, uno de los autores de esta iniciativa legislativa.
'Un alimento es lo que viene de la tierra, que está mínimamente procesado. Un comestible ya es químico cuando en este prevalecen azúcares, aditamentos y grasas', afirmó el parlamentario en una entrevista con Blu Radio.
Esta es una medida a la que ya se han adaptado otros países como Chile, México, Uruguay, Perú, y Argentina.