Durante años, el huevo fue objeto de controversia debido a la creencia en sus efectos negativos sobre el colesterol. Sin embargo, expertos y estudios recientes sugieren que este alimento versátil es beneficioso para la salud cuando se integra en una dieta equilibrada.
Según la Comisión Internacional del Huevo, el huevo es una fuente completa de proteínas, ya que contiene los nueve aminoácidos esenciales en proporciones ideales para las necesidades del cuerpo. Este perfil nutricional lo convierte en un aliado para el desarrollo muscular, el control del hambre y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Investigadores de la Universidad de Castilla, en España, respaldan la idea de que los huevos son una opción rentable y sostenible, destacando su bajo costo económico y su alto valor nutricional. Contrario a las antiguas creencias, los huevos se revelan como una fuente económica de proteínas, hierro, vitamina A, vitamina B12, folato, colina y riboflavina, así como la segunda fuente más económica de calcio y zinc.
El médico especialista en obesidad, Alberto Cormillot, señala que se puede consumir un huevo al día, incluso junto con carne, y hasta dos huevos diarios para aquellos que no consumen carne, a menos que existan contraindicaciones médicas. Destaca la calidad de las proteínas y las grasas saludables presentes en el huevo.
Los expertos de la Universidad de Castilla han identificado que la ingesta diaria de un huevo puede contribuir a la reducción del Índice de Masa Corporal (IMC) y al aumento de la masa magra, que comprende el peso total del cuerpo excluyendo las grasas. Este hallazgo refuerza la perspectiva de que un mayor consumo de huevos puede llevar a una composición corporal más saludable debido a una mayor ingesta de proteínas.
El estudio también revela que aquellos que consumen una cantidad moderada de huevos presentan niveles más altos de apolipoproteína A1, conocida como 'lipoproteína buena'. Estos niveles elevados ayudan a eliminar el colesterol de los vasos sanguíneos, ofreciendo protección contra obstrucciones que podrían desencadenar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En contraste, aquellos que consumen menos huevos muestran niveles menos favorables de metabolitos beneficiosos y mayores niveles de metabolitos perjudiciales en su sangre.