Durante el sueño, el cuerpo aprovecha para restaurar y reparar, funciones vitales para el óptimo funcionamiento del organismo. Es por eso que dormir bien es tan importante para la salud física y mental.
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El sueño, según ha manifestado el Instituto Nacional de Salud, ayuda a regular las hormonas relacionadas con el apetito, el metabolismo y el sistema inmunológico. La falta de sueño se asocia directamente con un mayor riesgo de desarrollar condiciones como la obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, dormir bien puede tener grandes beneficios en la salud. Algunos de ellos son: disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo; ayuda a pensar con más claridad y a tener un mejor desempeño en las actividades diarias; ayuda en las relaciones interpersonales; reduce el riesgo de padecer enfermedades y el de sufrir problemas de diabetes o enfermedades del corazón; mantener un peso saludable.
Por el contrario, no dormir bien puede traer consecuencias negativas como: reducción del tamaño del cerebro; cambios en los ciclos de sueño; falta de concentración; afectaciones en el hipocampo.
El mal dormir y la demencia
Incluso, así como se lee en un artículo publicado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), un estudio hecho con un análisis a alrededor de 8.000 personas en Gran Bretaña descubrió que dormir pocas horas podría estar relacionado con un mayor riesgo de padecer demencia.
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El estudio señala que, en un periodo de 30 años, los participantes informaron cuántas horas dormían por noche en seis ocasiones. De todos, 521 fueron diagnosticados con demencia alrededor de los 77 años en promedio.
En lo estudiado, se determinó que aquellos que dormían seis horas o menos por noche tenían un 30 % más de probabilidades de desarrollar demencia en comparación con aquellos que dormían siete horas por noche.
Expertos han señalado que aún se requieren más estudios sobre el sueño, pero estos que ya se han realizado claramente relacionan la demencia por el mal dormir.
