No solo el brote del mpox, también conocido como viruela del mono, preocupa a las autoridades sanitarias de todos los países como a sus ciudadanos con la reciente declaración de emergencia de salud pública de alcance internacional por parte de la OMS. Hay otra gripe que avanza de manera silenciosa.
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La OMS afirmó que esta vez los brotes del mpox no son consecuencia de la circulación de una misma variante del virus, sino de más de una, y que también se han observado niveles de riesgo y de contagio diferentes, mientras que hace dos años la transmisión era casi exclusivamente por vía sexual.
En una rueda de prensa, Tedros explicó que además de la gravedad del brote en la República Democrática del Congo, es muy preocupante que la enfermedad se haya expandido a países donde nunca antes se habían visto casos, como Uganda, Ruanda, Burundi y Kenia.
'Una respuesta internacional coordinada es esencial para contener el brote y salvar vidas', dijo el jefe de la OMS.
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La OMS ha recibido la notificación de 14.000 casos y 524 muertes este año, aunque la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha señalado que los casos se elevan a 17.000.
Paralelo a la viruela del mono hay otra afección que también tiene las alarmas encendidas a las autoridades sanitarias. Se conoce coloquialmente como “gripe del teflón”, por el nombre comercial de un popular revestimiento antiadherente muy popular en los sartenes. Pero las cuestiones de salud no son específicas de ningún fabricante en particular.
Pero ¿qué es el “teflón”? El PTFE es el politetrafluoroetileno, la capa antiadherente externa y negra que recubre muchos de nuestros utensilios y llamamos comúnmente teflón -nombre comercial dado por una compañía a esta sustancia-, según reseña Conasi, empresa dedicada a la comercialización de productos de cocina.
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El PTFE desde hace muchos años ha estado en el centro de la polémica por que, al parecer, sería tóxico. Y es que para la fabricación del “teflón” se utiliza una sustancia emulsionante conocida como PFOA desde la década de los 60.
Pues resulta que DuPont, empresa fabricante del teflón, ignoró la alta toxicidad de la sustancia y expuso a sus trabajadores a su manipulación. La compañía negó esto, sin embargo, fue multada con 16,5 millones de dólares en 2005. Además, se tuvo que comprometer a dejar de utilizar el PFOA para el año 2015.
Según datos de America’s Poison Centers, una organización sin fines de lucro que supervisa centros de toxicología en los Estados Unidos, el año pasado, hubo 267 casos sospechosos de esta enfermedad de la que poco se escucha hablar, lo que se cree que es uno de los totales más altos reportados desde 2000.
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“El PFOA pertenece al grupo de los perfluoroalquilos, un grupo de sustancias biopersistentes y que se concentran en la cadena alimentaria. De estos compuestos se conoce su acumulación en tejidos y su toxicidad, como alteraciones endocrinas, carcinogenicidad de tiroides y de hígado y alteraciones de desarrollo”, advierte Conisa.
En estudios con animales se han detectado la formación de cánceres, problemas fetales, del sistema inmunológico, alteraciones tiroideas, colitis ulcerosa, problemas en el metabolismo de las grasas. Aún no evidencia científica de sus efectos en los humanos por lo que la IARC lo clasifica como “posible carcinógeno en humanos” con una evidencia limitada.
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Lo que sí es cierto es que a temperaturas muy altas los sartenes, el utensilio más común donde se consigue, empieza a degradarse y a liberar vapores que pueden ser riesgosos para su salud generándoles síntomas similares a los de la gripe común por la inhalación de polímeros.
Para tratar de evitar estos riesgos, la próxima vez que utilice un sartén no lo precaliente caliente siempre con comida, mantequilla o aceite que ya esté dentro. Además, no ase ni hornee a fuego alto.
Utilice extractores de aire o abra las ventanas cuando cocine. Si hay humo en la cocina, por cualquier motivo, “no deberías respirar ese humo”, sin importar de dónde venga, alertan desde el Centro de Envenenamiento de Oregón-Alaska-Guam.
