Compartir:

De manera general se hace énfasis en que los esfuerzos para la prevención de estas arbovirosis deben tener como foco común la disminución de la población del mosquito Aedes aegypti, y la disminución del contacto persona mosquito. Las actividades que mayor impacto tendrán, serán las realizadas por la comunidad para la eliminación de los criaderos del vector (lavado y cepillado frecuente de los recipientes que contienen aguas limpias). Adicionalmente, las medidas dirigidas a evitar la picadura por el mosquito son efectivas, tales como el uso de repelentes, el uso de ropa clara que cubra la mayor parte del cuerpo y el uso de toldillos.

Con mucha insistencia la comunidad solicita a las autoridades de salud la fumigación masiva contra el vector. La evidencia muestra que esta estrategia solo es efectiva en situaciones de emergencia al disminuir la población del mosquito adulto de manera rápida.

Se reconoce que si se realiza la fumigación en fases tempranas de la epidemia se puede reducir la intensidad de la transmisión, con lo cual se reduce el número de afectados. Ahora bien, es importante conocer que esta medida es transitoria, porque la fumigación no tiene ninguna actividad contra las etapas tempranas del ciclo de vida del mosquito (huevos, larva y pupa).

Por último se quiere llamar la atención acerca de que estas arbovirosis continuarán afectando a la población, y que a ellas muy seguramente se agregarán otras producidas por virus con nombres tan peculiares como mayaro y usutu. Ante semejantes amenazas es muy importante y estratégico consolidar equipos académicos interdisciplinarios de trabajo para realizar investigaciones, que además de generar productos científicos con el nuevo conocimiento, aporten con actividades de desarrollo tecnológico y de apropiación social de los mismos , para que permitan a las instituciones públicas responsables la toma de decisiones oportunas y adecuadas para enfrentar la situación.