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Lo que antes era la radiografía de una tragedia: calles llenas de escombro y vegetación desbastada, hoy se resume en soledad. Las calles de Providencia ya lucen despejadas, cerca de 50 toneladas de escombro y 300 de residuos ya han sido retiradas. Ahora es el silencio y la calma —que como bien dicen precede una tormenta— lo que reina en esa zona del país. 

Los primeros esfuerzos se concentraron precisamente en eso: despejar la vía, abrir las carreteras de la isla y evacuar los residuos que pudieran provocar contagios de la Covid-19. Otras necesidades primarias como el retorno de la energía eléctrica y la estabilización del servicio de telefonía aún se encuentran a medias, en algunas zonas estratégicas ya cuentan con los servicios, en otras zonas con limitaciones, y en otras aún no cuentan con cobertura.

A un mes de la tragedia, el avance ha sido a paso lento, pero seguro. 'El proceso no está demorado. Debemos cumplir con la ley y la norma haciendo una caracterización de las viviendas (…) quisiéramos que las soluciones llegaran más pronto, pero la logística acá es un poco complicada', aseguró Susana Correa, directora del DPS y gerente para la reconstrucción de San Andrés y Providencia a los medios de comunicación.

A las islas de Providencia y Santa Catalina solo se puede acceder a través de la vía aérea o marítima, lo que complica el traslado de materiales y/o estructuras. 'solo para construir las dos viviendas modelos para que los habitantes de la isla pudieran analizarla, fueron requeridos dos vuelos militares', cuenta la funcionaria.

En una entrevista para el tiempo, esta misma, afirmó que 'El 14 de diciembre (hoy) inicia el dragado de la bahía entre Santa Catalina y Providencia (entrada al puerto) de 2,5 a 6,5 metros de profundidad y la construcción del puente de los enamorados. También se está reconstruyendo el sistema de energía que estará listo el 31 de diciembre. Y se está revisando el sistema de distribución de agua potable'.

Correa puntualizó que 'El Gobierno Nacional está haciendo todo lo que está a su alcance para superar la adversidad y los efectos de un huracán categoría 5 (…) En un plazo de 100 días esperamos tener recuperados un gran porcentaje de las viviendas, restablecer todos los servicios públicos y satisfacer las necesidades básicas'.

Impacto ecológico

Sin embargo, la preocupación crece cuándo de la reconstrucción de la naturaleza se trata. Una primera evaluación científica determinó que los fuertes vientos arrasaron con el 90% de los bosques de Providencia, sustento y provisión de al menos 3.000 personas, y la afectación en las playas fue de un 100%. 

Por ello, biólogos y botánicos de la comunidad raizal junto a expertos del Instituto Humboldt y la autoridad ambiental Coralina han comenzado a plantear y trabajar en soluciones basadas en la naturaleza. 

'El reto es rehabilitar cerca de 2.000 hectáreas de bosque seco tropical y garantizar el hábitat del cangrejo negro, una especie endémica de la isla, recuperar el ecosistema afectado y blindarlo contra futuras catástrofes relacionadas con el cambio climático con miras a convertirlo en un modelo de manejo sostenible de la naturaleza', explica el Instituto Humboldt.

Cangrejo Negro

La preocupación por el estado en el que se encuentra la especie, es preocupante, afirman los investigadores en un comunicado. 'El real impacto del huracán sobre el cangrejo negro solo se conocerá cuando se haga un monitoreo detallado del estado del crustáceo el próximo mes de enero. Por ahora, la primera evaluación adelantada encontró individuos muertos y el hábitat donde reside, desprovisto de vegetación y hojarasca', señala el comunicado.

El cangrejo, vive en las laderas boscosas de los bosques secos tropicales. Se encuentra en las zonas de mayor humedad y carga de agua. Si bien vive en la montaña, cambia de hábitat para migrar al mar, donde las hembras ponen sus huevos. Esta migración es uno de los espectáculos naturales más reconocidos de Providencia, miles de turistas se trasladan a la isla para presenciar ese evento natural.