Imprudentes y peligrosas prácticas contra la fauna marina en San Andrés han empañado en los últimos meses el atractivo turístico de la isla. El más reciente caso se registró en la tarde del miércoles 3 de abril, cuando un hombre fue capturado por usar a un perro fallecido como cebo para atraer tiburones en una zona arrecifal.
Nacor Bolaños, coordinador de Áreas Protegidas de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Departamento Archipiélago, Coralina, contó a EL HERALDO que el hecho fue conocido por las autoridades gracias a dos videos difundidos en redes sociales en los que se veía al sujeto arrojar al animal al agua y luego dos tiburones devorándolo.