El recuerdo de tu obra noble y decidida perdurará en la memoria de nuestra familia. Has arrancado millones de lágrimas con tu partida, has hecho que nuestra familia se una en torno al legado que dejaste como excelente hijo, hermano, primo, y amigo que fuiste. Por tu vida pasamos todos los que te quisimos y te seguiremos amando. La fuerza de tu generosidad no tiene espacio en el corazón de los que te amaron. Fuiste un gran ejemplo de valentía, de decisión y de disciplina. El hoy misericordioso arropa al gran hijo que fuiste. El amor es la lucha constante por alcanzar la gloria, gloria que has dejado en nosotros. Disfruta de tu santo reino querido primo.
Álvaro José Barboza