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Para el arquitecto barranquillero Ricardo De Castro la ciénaga de Mallorquín es una de las zonas 'más bellas' de Barranquilla. Esta no ha sido, dice, lo suficientemente 'explorada y descubierta'. Por ello su proyecto ‘Marquis’, un monumento con forma de marquise (diamante), está pensando para erigirse sobre este espacio, pero también para impactar positivamente en su geografía.

El diseño de este obelisco y una casa que se construirá en Caujaral recibieron el pasado 22 de octubre sendos premios en el Rethinking the Future Architecture Awards 2020, galardón internacional que tiene como objetivo reconocer y promover trabajos destacados en el campo de la arquitectura y el diseño en todo el mundo.

Giancarlo Mazzanti, otro arquitecto barranquillero cuya firma El equipo Mazzanti ha recibido más de 20 reconocimientos, fue premiado por su parte en el RTF con el proyecto de expansión, culminado hace dos años, del Hospital de la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Según informan ambos arquitectos, ningún colombiano antes había sido reconocido en los RTF, que por la pandemia no tendrán ceremonia.

Fueron 1.200 proyectos inscritos de 40 países del mundo de los que se seleccionaron 45 trabajos. El fallo se dio a conocer el pasado 22 de octubre.

Los proyectos

Casa Mica, de la firma Ricardo De Castro, fue galardonado en la categoría Residencial Grande y se trata de una vivienda ubicada en el Club Lagos del Caujaral, a las afueras de Barranquilla. En aproximadamente 11 meses estará construida, contempla el arquitecto. De Castro, de 42 años, dice que el diseño de la casa 'reúne características sostenibles en cuanto al ahorro energético, en el manejo de las sombras y de los vientos para reducir la sensación térmica dentro de la casa y ayudar al bajo consumo'.

Añade que 'su estudio de luces, vientos y manejo de paneles solares la hacen una vivienda única y eficiente, capaz de generar el 100% de la energía que requiere y recuperar las aguas utilizadas en la casa. Además, su exquisito diseño simboliza un nuevo estilo de vida de lujo sostenible en el trópico.'

De otra envergadura y de orden público es el proyecto Marquis, el cual se espera que tenga 142 m de altura. 'Esto lo haría el monumento más alto en Latinoamérica', dice De Castro.

Para concebir el obelisco, el arquitecto egresado de la Universidad de Cataluña, en España, tuvo en cuenta el entorno natural en la que estaría emplazado. La estructura propone servir 'como un gran filtro de agua para tratar las aguas negras de la zona, mitigando el impacto ambiental sobre la Ciénaga de Mallorquín'.

Por su parte, el proyecto de El equipo Mazzanti es la expansión del hospital de la Fundación Santa Fe de Bogotá. El recinto, que cuenta con 12 pisos, a partir del noveno posee un jardín amplio y espacios que fueron adecuados para 'desarrollar espacios verdes que ayuden a sanar', como explica Mazzanti desde Bogotá.

En 2011, este barranquillero se convirtió en el primer arquitecto colombiano con obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Suma más de 30 años de experiencia; en su oficina en la capital, su firma, El equipo Mazzanti, cuenta con 60 personas. Anteriormente, en Barranquilla estuvieron a cargo de la ampliación del Romelio Martínez, del diseño del Museo del Caribe y de la nueva sede del Museo de Arte Moderno, que permanece en obra negra.

Mazzanti, egresado de la Universidad Javeriana y con estudios de postgrado en diseño industrial y arquitectura en Florencia, Italia, dice sobre el proyecto de la Fundación: 'Nosotros partimos de la base de que el espacio en sí mismo puede ser un mecanismo terapéutico que ayude a sanar. Allí radica el valor de esto. Nos preguntamos cómo los espacios pueden ayudar a que las personas cambien su perspectiva de cómo habitan un espacio'.

Con la pandemia

Ricardo De Castro sostiene que la forma de trabajar, proyectar y de concebir los espacios ha cambiado con la pandemia. Como era de esperarse, algunos proyectos se detuvieron y otros han tenido que ser 'repensados', pero la concepción de casas 'no sólo ha continuado', sino que 'ahora se amplió la necesidad y la búsqueda de casas para las personas, porque evidentemente ahora pasaremos mucho más tiempo en casa', dice.

Según el arquitecto, 'la tendencia es buscar casas más abiertas, casas que respiran, por así decir, que puedan abrir las ventanas y fluya el aire natural, pero también que al cerrarla sean cómodas y tengan un aire puro'.

Por otra parte, 'las personas están pensando en tener oficina en su vivienda, así como espacios en los que puedan estar tranquilamente, ya sea para la interacción con otros o cuando necesiten privacidad o un rato solos. Con mucha gente en la casa la gente se sobrecarga y necesitas esos espacios'. 

Mazzanti, por su lado, dice que durante la crisis sanitaria su oficina ha podido trabajar sin ningún inconveniente, se ha podido estar 'conectado' y 'producir', pero 'realmente una construcción comunitaria, con transmisión de conocimiento y con relaciones que vayan más allá, es muy difícil a menos que estemos unos al lado de otros'.

Añade que actualmente hay una 'revaloración del espacio doméstico, del espacio como comunidad'. Dice que 'una sociedad puede estar angustiada y llena de miedo', pero cree que'en pos pandemia tenemos que construir a través de la confianza y la proximidad una relación social diferente, que tome más en cuenta cómo podemos compartir el mundo con todos los seres, no necesariamente humanos y con el medio ambiente'.