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Este miércoles se conmemora el primer lustro sin la presencia física del juglar Calixto Antonio Ochoa Campo, cuya obra artística y legado musical sigue vigente. Lo anterior se puede evidenciar al encender el televisor todas las noches cuando suena El pirulino, tema que ameniza la telenovela Pedro el escamoso, que se emite por las noches en el Canal Caracol.

Sus canciones también son ligadas con hechos que ocurren en nuestra sociedad, las cuales son vistas como una especie de premoniciones. Así ocurrió con La empanadita, la cual protagonizó todo tipo de memes en febrero del año pasado cuando un joven fue multado con $883.324 en Bogotá por comerse una empanada en vía pública.

Por esto y más este acordeonero, compositor y cantante, es recordado de manera recurrente. A propósito de las evocaciones que genera este músico oriundo del corregimiento de Valencia de Jesús (Valledupar), se debe mencionar que su sepelio ha sido uno de los más multitudinarios y extensos del país, debido a que tras su deceso en Sincelejo el 18 de noviembre de 2015, recorrió 317 kilómetros para llegar a la Plaza Alfonso López, donde su cuerpo fue puesto en Cámara ardiente para ser despedido por sus seguidores.

El cadáver del hombre de 81 años partió de la capital sucreña el 19 de noviembre a las 5:00 a. m. y arribó a tierra vallenata hacia las 2:30 p. m., siendo ovacionado por moradores de los municipios de Sucre, Bolívar, Magdalena y Cesar, quienes sacaron pañuelos blancos. Sus nueve hijos cumplieron su voluntad y lo sepultaron en su natal Valencia de Jesús, donde el 20 de noviembre sus paisanos en medio del llanto entonaron al unísono clásicos como Lirio rojo, Los sabanales, Por eso gozo (La Plata), entre otros temas para darle cristiana sepultura.

Desde los cuatro aires del vallenato, hasta porros, rancheras, charangas, paseaítos y boleros, este narrador de crónicas costumbristas, que plasmó en más de 1.400 canciones, logró ser reconocido internacionalmente con temas como El Africano, interpretado por el merenguero Wilfrido Vargas.

El también fallecido Diomedes Díaz se encargó de dar a conocer sus letras por distintos rincones, ya que debido a la picaresca que poseía se convirtió en su compositor favorito, al que le grabó más de 30 éxitos como La plata, El mundo, Capullito, Chispitas de oro, Los sabanales, entre otros.

Omar Barrios, especialista en música vallenata, contó que el recorrido musical de Calixto Ochoa se remonta a 1954 y, la cima de su fama fue sin duda su ingreso a Los Corraleros de Majagual en 1962, iniciativa del visionario Antonio Fuentes.

'Su éxito estuvo enmarcado por sus creaciones geniales cargadas de buen humor como: La ombligona, El pirulino, El dentista, El amigo Chan y Remanga. También le escribió a las cosas buenas de la vida. Era un enamorado de los bellos paisajes de las sabanas de Sucre, eso lo reflejó en Los Sabanales y Playas Marinas. En temas como El dentista se evidencia la picardía a flor de piel que poseía este juglar. Esto lo llevó a pasearse con su conjunto por México, Ecuador, Panamá y Estados Unidos'.