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El cuento trata de un trompetista al que le roban su instrumento y desde entonces suceden una serie de peripecias', explica desde Cartagena Guido Polo Nule, el ganador del más reciente Premio Nacional de Cuento de La Cueva, que en diciembre pasado reveló a los 20 finalistas y ganadores de los tres primeros lugares a través de una transmisión virtual.

Aunque, según dice, no esperaba recibir este reconocimiento con La venganza de Catalino —por ser el primer lugar obtendrá 20 millones de pesos—, este ingeniero ya se había preparado observando los textos anteriormente galardonados y escribiendo y leyendo mucho, como cuenta que lo ha hecho desde su infancia.

'Catalino no tiene más nada en la vida, sino esa trompeta, de manera que quitársela es casi como quitarle las manos, la vida', adelanta sobre su texto.

El ladrón de la ficción trata de vender la trompeta y el dueño de recuperarla. Pero, 'más que la historia de un trompetista es un relato de la vida cotidiana, que a cualquiera le puede pasar'.

Polo Nule no ambientó su historia en una ciudad con nombre específico. 'Podría ser cualquiera que tenga mar, con un trompetista tocando junto a un malecón. Cualquiera con mar y zonas deprimidas, como casi todas las ciudades costeras del mundo'.

Los jurados del Premio —conformado por la barranquillera Claudine Bancelin, el dominicano Frank Báez y el caleño Jairo Andrade— destacaron de la obra ganadora 'la virtud' que tiene 'de atrapar al lector desde la primera línea'. Como se lee en el acta del jurado: 'A partir de la relación entre un trompetista y un ladrón de poca monta se teje una trama sobre la vida urbana y la cotidianidad de los desposeídos. Con un lenguaje preciso, la historia se hila con un ritmo siempre tirante que recuerda la mejor tradición de la picaresca', añade el documento.

El cuento hará parte de la publicación que a propósito de la novena edición del Premio, como en las anteriores, la Fundación La Cueva realizará con los textos finalistas, incluyendo las dos menciones de honor y el segundo y tercer lugar, que obtuvieron Duffay Ríos Castaño (Cali) y Estaban Ricardo Jiménez Bedoya (Pereira), por los cuentos Labor social y Vista al mar, respectivamente.