El uso del tapaboca se ha convertido en una acción fundamental para reducir el contagio por covid-19 en Colombia y el mundo.
¿Cuál es más efectivo? ¿Cómo se debe usar? ¿Los lavables protegen igual? Son algunas de las preguntas que se hacen todavía algunas personas sobre estos implementos infaltables en el día a día de los colombianos.
De acuerdo con el epidemiólogo Andrés Felipe Estupiñán, el tapaboca es útil tanto para proteger a las personas sanas cuando éstas entran en contacto con una persona que está infectada, como para el control de la fuente de contagio, es decir, son útiles en los contagiados para evitar que sigan dispersando el virus.
De acuerdo con Estupiñán, los tapabocas deben tener mínimo tres capas, una interior que tiene contacto con la cara y la exterior que se expone al medio ambiente.
Las recomendaciones del epidemiólogo se basan en las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que considera que 'las telas sintéticas (mezclas de nailon y el poliéster 100%) cuando se pliegan en dos capas brindan entre 2 y 5 veces más eficiencia de filtración por comparación con una única capa; y si se pliegan en cuatro, este parámetro aumenta entre 2 y 7 veces.
Las mascarillas que se hacen únicamente de pañuelos de algodón deben constar como mínimo de cuatro capas, pero apenas logran una eficiencia de filtración del 13%.
Los materiales muy porosos, como la gasa, incluso en capas múltiples, no proporcionan una filtración suficiente; la eficiencia de filtración es de tan solo el 3%.
Paulo Escobar, otorrinolaringólogo de la Universidad Complutense de Madrid, coincide con Estupiñan y agrega que 'se debe tener en cuenta que no cualquier tapaboca brinda la misma protección'.
El experto expone que si bien es cierto se ha hablado de la efectividad del N95, este debe ser usado por el personal que se encuentra en primera línea de defensa de la pandemia, es decir, el personal médico.
Escobar indica que la denominación de esta mascarilla corresponde al nivel de protección que este ofrece. Según él, del 95%.