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Esconderse detrás de perfiles falsos para responder historias en Instagram y opinar sobre su físico es una de las situaciones de acoso más recurrente entre los adolescentes de esta generación. En esa etapa donde se está en plena 'construcción de la identidad' se pueden desencadenar algunos problemas que afectan la parte psicosocial de los menores. Así como este caso, son muchos los que conoce Olga Hoyos De los Ríos, psicóloga de familia.

La experta afirma que en el contexto del ciberacoso o ciberbullying (conocido como acoso en entornos digitales) un niño puede volverse victimario sin premeditarlo, 'su personalidad moldeable' no le permite discernir entre lo bueno y lo malo hasta cierta edad, es allí donde pone de manifiesto por qué el papel de los padres es de vital importancia.

'En el caso de la familia, esperamos que los padres ejerzan la influencia suficiente para que estos niños tengan una buena comunicación con ellos hasta el punto de que cuenten con confianza lo que les pasa'.

Hoyos, que a su vez es docente de Psicología, dice que es complicado pedirles a los niños que limiten el tiempo en los dispositivos electrónicos, porque lo considera como un llamado de atención 'tradicional', ya que en el contexto actual el consumo de la tecnología 'se ha desfasado'.

El ciberbullying se 'incrementa' porque cada vez hay más redes sociales. Se puede pasar desde el plano académico con burlas o humillaciones dentro de las clases virtuales, hasta ridiculizar públicamente al niño por las plataformas digitales masivas.

De acuerdo con la profesional, con los menores se intenta estar ahí acompañándoles porque la nueva dinámica de las clases no es fácil para todas las familias.

'En ocasiones no podemos estar presentes con los niños en las clases para supervisar lo que está pasando, pero el mensaje claro es que la familia muestre su posición de la no tolerancia frente a estos casos'.