Eduardo Lora estira su chaqueta, coge el machete de palo y camina hacia el rincón con el mentón arriba. El soldado en La guarda cuidadosa da inicio a la obra.
En su interpretación se reflejan los nueve años de experiencia que tiene como director de la Corporación Artística Baúl Polisémico, que en el año 2012 le dio inicio a su arte dramático independiente.
En otro escenario, con la cara pintada de blanco, zapatos grandes y nariz roja aparece en escena Mario Bustillo, licenciado en Arte Dramático de la Universidad del Atlántico y fundador del colectivo teatral Viento Recio. Salir de lo convencional o lo clásico es el pilar principal de este grupo, tanto que en su propuesta realizan una mezcla de circo, teatro y música.
'Inicialmente desarrollé unos números con pistas musicales, pero me di cuenta que estaba rodeado de amigos que no son actores, sino músicos, y al ver lo que yo hacía se interesaron. Así surge este espectáculo cómico y musical', explica Mario.
Distante, en Casa Teatro Cofradía está Nibaldo Castro. Sin maquillaje ni vestuario se sienta en una silla manifestando que no podrá hacer demostraciones de sus obras, pues para él eso le quita la magia y profesionalismo que tiene el teatro y sus colegas.
Para él y su equipo lo más importante es el público, en las personas que los ven está la fuerza para seguir contagiándolos de la alegría y sensibilidad que irradian las artes escénicas.
'Cuando el público y la composición escénica entran en contacto no hay dos territorios, es uno solo, porque el imaginario de ellos y el imaginario nuestro hacen que la obra se magnifique y que podamos vivir un conjunto de sensaciones donde no hay independencia, sino solidaridad, multiplicidad y empatía'.
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De las tablas a la web
El telón se baja y forzosamente se traslada a la casa. Como el instinto de supervivencia, estos colectivos han tenido que mudar sus vestuarios, ambientaciones, equipos y personal a sus viviendas dejando atrás el escenario de las tablas y adaptándose a su nueva realidad, la web.
'Desde el 2020 iniciamos ‘Teatro en Casa’, una estrategia para llevar este arte a diferentes partes del mundo. Comenzamos haciendo transmisiones en Instagram, luego pasamos a YouTube y ahora vendemos funciones porque queremos que quienes compren el link sientan que está pagando algo de calidad', cuenta Eduardo Lora, director de Baúl Polisémico.
Sin embargo, para Mario Bustillo y su Viento Recio el proceso no ha sido igual, casi el 70% de su propuesta artística es interactuando con el público, sin ellos es casi imposible desarrollar sus performances.
'En pandemia ha tocado buscar otras alternativas, por eso modificamos los cuadros y como tenemos un componente musical nos hemos enfocado más en ese que en lo escénico como tal'.
Este grupo de actores hace su mayor esfuerzo para seguir conectando con el público a través de una pantalla. 'En Viento Recio queremos compartir con los demás un mensaje que les alimente el alma y el espíritu a través del arte y la comedia, no importa desde qué plataforma se haga'.
Sobrevivir en pandemia para la Casa Teatro Cofradía fue un gran reto, romper las barreras de la virtualidad y generar cercanía con sus espectadores son sus objetivos. 'Esta situación nos hizo pensar en una reingeniería de hacia dónde queríamos ir, no solo en el ejercicio de desterritorializar el teatro, sino salir del plano escenario para llevarlo a uno donde grabamos nuestras obras, por esta razón decidimos crear una plataforma'.
Agrega Nibaldo Castro que con 'ese recurso' crearon 'la primera escuela de formación de público virtual y presencial del Caribe colombiano llamada ‘Yo público soy parte de la escena’, la cual hará parte de la Red Internacional de Escuelas de Espectadores fundada y dirigida por Jorge Dubatti desde Argentina'.