La pandemia por la covid-19 forzó a que las instituciones replantearan las formas de desarrollo de sus labores. Entre esas, la Iglesia Católica, que pese a tener los templos cerrados por un tiempo, y en esta Semana Santa permanecen con aforo limitado, siguen llevando su mensaje evangelizador a través de la virtualidad.
Johan Acendra y Julio Balza son dos de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla que se adelantaron a esta época. Ambos hicieron uso de sus redes sociales para comunicar la palabra de Dios y acercarse más a los fieles de sus parroquias.
En pandemia, la tecnología siguió siendo su mejor aliada y aprendieron nuevas formas de comunicación asertiva para interactuar virtualmente.
Su vocación por el servicio a la comunidad e ir a la par de las nuevas tecnologías son factores que Acendra y Balza tienen en común. Coinciden, además, en que ninguno de los dos pensó en que serían sacerdotes.
El llamado de Cristo 'llegó sin pensarlo', pero decidieron seguir el sendero de la obediencia religiosa.