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'Mi vida siempre ha estado conectada al océano. Con él crecí y lo llevo a todas partes, por eso busco que la gente lo valore y lo cuide', dijo a EL HERALDO Rubén Darío Terán Gámez, un artista barranquillero que ha logrado llevar el dolor más profundo del mar a la superficie de grandes escenarios de exposición.

Sus obras pretenden ser un vehículo para amar y cuidar del medioambiente, que no solo es la fuente de inspiración de sus pinturas, sino también el hogar de cientos de especies que están padeciendo la inconsciencia del ser humano, que a diario arroja sus desechos al océano.

Por ello, las pinturas de Rubén, creadas en acrílico sobre lienzo, parecen reflejar el dolor infinito del mar inundado de basura, pero escondido bajo una explosión de colores y la belleza de sus pinceladas.