Su voz emanaba los versos que con facilidad brotaban de su mente prodigiosa. Con sus letanías Renny Padilla avisaba que la alegría, pedagogía y originalidad llegó al Carnaval de Barranquilla; quizás de la misma manera como el turpial con su canto anuncia un nuevo amanecer.
La cultura de nuestra ciudad se encuentra de luto, luego de que el ‘profe’ Renny cerrara sus ojos para siempre, este viernes 7 de mayo. La covid-19 acabó con la vida del docente en cuestión de 25 días, pero dejó en los corazones de sus familiares, amigos, estudiantes y colegas, una huella imborrable por su carismática manera de ser y la entrega que tuvo a su labor.
De ese ser humano que impregnaba los recintos con su ‘bacanería’ y amabilidad, que tenía el verso preciso para cada situación y que usaba la entonación de rezos como método pedagógico para el enriquecimiento artístico de sus alumnos, queda el legado de Los Turpiales y Turpialitos de la Escuela Normal Superior La Hacienda, los grupos de letanías que fundó.
Precisamente, Inmaculada de Hernández, directora de esta institución habló con EL HERALDO para expresar el sentimiento de tristeza que le produjo la partida del profesor.
'Estamos de luto. Se nos fue un gran maestro, un hacedor del Carnaval. Toda una vida en la escuela y seis años formándose como maestro este Mokaná, y 42 años continuos al servicio de nuestra escuela. Cómo nos duele su partida, pero nos queda su legado y recuerdos en nuestros corazones'.