Las trusas y zapatillas siempre engalanaban las tarimas. Pasar de las acostumbradas presentaciones enérgicas a la virtualidad es posiblemente un gran cambio para quienes conforman la escuela Ballet de Barranquilla. Este martes se cumplieron los 30 años de su fundación y los motivos para rememorar son muchos. Así lo cuenta su director, el bailarín y promotor cultural, Jorge Arnedo.
Fue creada en 1991 por 'la necesidad' de tener una compañía profesional que se dedicara exclusivamente al ballet clásico. 'Había un grupo de bailarines que solicitaban un espacio para desarrollar su talento. Esto me inspiró para dar solución a esa necesidad en ese momento. Era una alternativa para que ellos tuvieran esa opción y que al mismo tiempo también existiera la posibilidad de que muchos niños emprendieran la formación del ballet clásico', explica su fundador.
Arnedo asegura que la escuela se inauguró en un 'templo del arte', como lo fue el teatro Amira De la Rosa, con el apoyo de algunos profesores de baile de renombre en la ciudad. Luego, se realizó la primera audición, donde se escogió a un primer grupo de 25 niños y jóvenes que sería el primer grupo del semillero. Desde ese momento comenzó la trayectoria de esta escuela de formación artística.
Por Ballet de Barranquilla han pasado miles de estudiantes. Algunos de ellos hoy alimentan a distintas compañías alrededor del mundo en calidad de bailarines, y a instituciones educativas como formadores y multiplicadores de los conocimientos como egresados de esta academia. Actualmente hay más de 500 personas vinculadas a la organización entre niños, jóvenes y adultos.
La escuela se divide en dos áreas: ballet profesional y la academia. La primera va dirigida a las personas que están dedicadas a este arte de lleno, que participan en festivales y eventos; esta representa la más alta categoría de la organización. La academia por su parte acoge a los nuevos talentos que desean formarse en la danza.