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Unas paredes poco comunes rodean la casa del ‘Profesor de la Salsa’. Cientos y miles de long play o LPs enumerados uno a uno y cuidados a la perfección, se ubican a manera de biblioteca.

'En esta casa se escucha música todos los días', dice Carlos Mayans en conversación con EL HERALDO, un docente que encontró en el ritmo 'afrolatino', long plays y artistas la manera perfecta de liberarse un poco del estrés que acarrea su labor.

Entre las matemáticas y la estadística, ramas en las que se desempeñaba como docente en la Universidad del Atlántico, pasaba sus horas. Mientras corregía exámenes y preparaba clases, se acompañaba de un gran termo lleno de café.

'Empecé como docente cuando apenas estaba en octavo semestre de la Universidad, como estudiaba y trabajaba, el tiempo era muy escaso, lo que hacía para no dormirme era tomar mucho tinto, todavía lo hago, el café para mi es fundamental, por eso soy noctambulo', cuenta desde su residencia ubicada en el barrio Riomar, en Barranquilla.

Su día es largo y ‘Morfeo’ llega tarde, lo más temprano que se asoma es alrededor de las 2:00 a.m. todos los días. El 'vicio de la noche' le quedó, asegura, pero luego de unos años, combatió el cansancio físico y mental con la frescura de una buena canción, un instrumento o nuevas voces.