Quedar embarazada a los 14 años la obligó a dejar muchas cosas a un lado. Milena*, quien prefirió no revelar su identidad real, siendo tan niña y casi que hipnotizada por su enamoramiento se entregó 'en cuerpo y alma' a su novio, que era seis años mayor que ella.
En su casa no había autoridad. Su madre nunca habló sobre educación sexual ni por error. Su entonces pareja no estudiaba, ni trabajaba. Cuando salió embarazada pensó en abortar, pero después de varias trabas terminó por irse a vivir a casa de sus suegros. La dicha duró poco, pues se mantuvieron en unión libre hasta que su bebé cumplió 3 años.
Los problemas la obligaron a regresar donde su madre. En más de una ocasión fue señalada por la responsabilidad que asumió de ser madre adolescente. 'No había vivido mi vida, tenía muchas cosas que disfrutar', dijo la joven, que luego de dos años de haberse separado del padre de su hija, consiguió una pareja. En él vio un futuro prometedor y, siendo mayor de edad, tomó la decisión de irse a vivir con él.
A propósito de esta historia —una de muchas otras—, se ha puesto el tema sobre la mesa en los últimos días luego de que Corte Suprema de Justicia declarara que se pueden establecer uniones maritales de hecho entre los 14 y los 18 años, esto entendiéndose como la decisión libre y consentida de dos personas que deciden conformar un hogar o hacer vida común. Para el caso del matrimonio, según el Alto Tribunal se necesitará la autorización de los mayores a cargo.
El fallo afirma que 'la voluntad responsable para conformar la unión marital surge de facto y el consentimiento de sus protagonistas aparece implícito'.
La decisión fue tomada luego que estudiaran el caso de un hombre y una mujer, quienes tuvieron una relación sentimental cuando él tenía 14 años y ella era mayor de edad. Convivieron desde el 2007 hasta el 2012 cuando la mujer falleció. Por tanto, la Sala declaró válida la unión libre y sociedad patrimonial entre el entonces menor de edad y su pareja mayor de edad.
Opiniones divididas ha generado este anuncio entre los que piensan que es un derecho legítimo y para los que afirman que va en contra del desarrollo de los menores.