Recorrer sus acogedores pasillos es entregar involuntariamente los sentidos al fascinante mundo de las palabras. El olor que desprenden las páginas de los libros conquista a los vehementes lectores que llegan a la Librería Nacional. Abiertos ante el universo de la ficción, el drama, el terror, la fantasía, o el amor, están prestos a dejarse llevar.
Durante ocho décadas la Librería Nacional se ha convertido en el hogar de los lectores colombianos. Fue fundada en Barranquilla en 1941 por el santandereano Jesús María Ordóñez, quien había sido librero en Cuba durante muchos años, pero el deseo de construir su propio imperio lo hicieron regresar a su país.
'Ordóñez entró a Barranquilla porque esta ciudad es la Puerta de Oro de Colombia, por donde entraba todo el progreso y era un foco de cultura muy importante, allí fundó la primera librería. Primero con unos socios y después él compró esa parte porque tenía el sueño de crear la mejor librería de la ciudad', relató Felipe Ossa, librero y vocero de la organización.