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El diagnóstico del cáncer es una realidad que no solo afecta al paciente sino también a su entorno.

Cada 15 de febrero, se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil, una fecha para sensibilizar a la comunidad médica y al público sobre la importancia del diagnóstico oportuno, seguimiento y tratamiento de la enfermedad.

En Colombia se pronostican con cáncer aproximadamente 1600 niños por año. 'El cáncer más común es la leucemia linfoblástica aguda, después siguen los tumores del sistema central y linfomas', así lo explicó Agustín Correa, Presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica.

En países de altos ingresos la cuarta causa de cáncer son las recaídas, en Colombia, es la segunda causa. En el país la supervivencia llegó al 61 %.

El factor socioeconómico influye en este flagelo, ya que se ve limitado el acceso al sistema de salud para los debidos controles. 'Estudios demuestran que los pacientes de régimen subsidiado tienen menos posibilidades de supervivencia por el retraso a los servicios médicos y la gran cantidad de trámites que hay de por medio', señaló el experto.

La leucemia linfoblástica aguda suele ser más común entre el primer y los seis años de vida. El osteosarcoma tiene más incidencia en la etapa adolescente. El retinoblastoma es más frecuente en menores entre los primeros meses y los tres años.

'En el cáncer infantil la prioridad es el diagnóstico temprano por eso si se diagnostica un tumor sólido en forma localizada será más fácil de retirar', dijo Correa.

Hace algunas advertencias. Si un niño tiene palidez, fiebre, dolor en las articulaciones, dolores en los huesos, sangrado por la nariz o apariciones espontáneas de morados, los padres deben alertarse y asistir al médico.

En cuanto a los tumores del sistema nervioso central, algunas señales son fuertes dolores de cabeza que le impiden llevar con normalidad sus actividades, náuseas o vómitos y alteraciones en el comportamiento.

'Hay un diagnóstico como lo es el de retinoblastoma, que es tumor ocular más frecuente en niños, que se puede detectar con el flash de su celular. Al tomar la foto el ojo se pone de color blanco, se debe consultar al oftalmólogo para descartar'.

El dolor abdominal en las adolescentes también debe ser una señal de alarma ya que puede tratarse de un cáncer de ovario.

'Esta enfermedad no solo implica la parte de las quimioterapias nada más, sino que se trata de manera interdisciplinar, ahí es importante el apoyo de familia con trabajo psicosocial para que se lleve el proceso de la mejor manera', añadió.

'Muchas veces relacionamos en cáncer con muerte y no siempre es así, la idea es dar el aliento de que si se diagnostica de manera temprana y se cumple con los tratamientos saldrá invicto'.