Antes de poner un pie en Aruba, sus visitantes comienzan a divisar desde el cielo toda la belleza de esta isla caribeña.
El turquesa del mar se convierte en una especie de imán que atrae a turistas que en su mayoría provienen de Estados Unidos, otra parte de Europa y Latinoamérica.
Ya en tierra, la amabilidad y calidez de su gente se convierte en otra de las bondades de la denominada 'isla feliz'.
Te reciben con una frase que se torna común al oído de los turistas: 'Aruba Bonbini' (Bienvenidos a Aruba).