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A lo lejos se divisaron los candelazos, haciendo saber al público del cumbiódromo que habían llegado los diablos que, con su majestuoso talento, han sido el centro de la atención en los eventos del Carnaval de Barranquilla durante más de 50 años.

'Son los Diablos Arlequines', dijeron los presentes, alistando sus lentes para capturar el momento exacto en el que una chispa de llama terminaba convertida en una gran nube de fuego.

La particularidad de esta tradicional danza del Carnaval es que, en cuestión de segundos, el queroseno que brota de los labios de cada diablo pasa a ser una llamarada efímera que da la impresión de que estos personajes escupen fuego por la boca.

Por esta práctica, que nació en el municipio de Sabanalarga y se integró oficialmente en 1967 a los desfiles de las carnestolendas de Barranquilla, se decidió que los Diablos Arlequines fueran los anfitriones de la Gran Parada de Tradición 2022.