Goce, regocijo, creatividad, tradiciones y popularidad fueron algunos de los elementos que engalanaron el Disfrazatón, evento que tiene su lugar en la fiesta y con el que se salvaguarda el patrimonio cultural de la ciudad, especialmente el de los disfraces. Esta iniciativa fue puesta en marcha por la Fundación de Disfraces del Carnaval de Barranquilla (Fundicaba) desde hace 20 años.
Sin embargo, este año los espectadores no pudieron ser testigos del espectáculo que tradicionalmente brinda el evento a través de un desfile. Las condiciones de bioseguridad que aún exigen las autoridades llevaron a que la muestra artística se trasladara a la Institución Educativa Distrital del barrio Simón Bolívar, en donde se determinó un aforo limitado.
El centro educativo congregó a los participantes para que vivieran una tarde haciendo lo que más disfrutan en los carnavales: disfrazarse y hacer reír a la gente.
Los integrantes del popular desfile se caracterizan por ser personas de la tercera edad, una población que ha demostrado conservar las tradiciones y transmitir sus saberes de generación en generación.
El descabezado, tigres africanos, María Moñito, Los Espectros, El Descabezado, Piedad Córdoba, Che Guevara, La Loca Peligrosa, Popeye, La Chilindrina, John ‘Hannibal’ Smith, Drácula, fueron algunos de los personajes que más robaron miradas con su participación.