El mundo recordó ayer la pasión y muerte de Jesús con un Viacrucis de 14 estaciones que reflejan los momentos más significativos del camino al calvario.
Un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo, quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna.
En la mañana de este Viernes Santo los fieles se dieron cita en la Catedral Metropolitana María Reina para vivir la gran celebración.
Con un recorrido por las afueras de la Catedral, niños y adultos se unieron con devoción y en silencio siguieron la ceremonia más esperada.
El sacerdote Álvaro García, quien presidió el Viacrucis, explicó que la celebración está conformada por tres momentos. Inicia con una liturgia de la palabra que termina con una oración universal, en donde se pide por todas las necesidades del mundo.