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Un recorrido cadencioso por el acervo salsero que recopila más de 500 términos que van desde el ‘acángana’ del Gran Combo hasta el ‘zúmbale’ de Henry Fiol, ese es el viaje que emprendió un grupo de jóvenes colombianos que desde 2018 sorprendieron a los amantes de la salsa al lanzar el primer ‘Diccionario Salsero’.

El colectivo ‘Salsa sin miseria’, integrado por Stephanía López, Sergio Valdés, Junior Pantoja, Cristhian Rodríguez y la bogotana Juliana Velasco, es el creador de esta propuesta que acaba de estrenar su segundo volumen en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo).

Con un formato más grande con pasta dura, un despliegue de 41 ilustraciones con el trazo fino de Gavilán, el acompañamiento musical de una playlist más sandunguera y una guía audiovisual de pasos de baile para azotar baldosa, la propuesta invita a conocer a fondo la etimología salsera y también a entenderla mejor mientras se escuchan en medio de agitadas melodías.

EL HERALDO dialogó con los creadores de la llamativa propuesta, quienes con los primeros 170 términos que establecieron en el primer volumen tuvieron un eco que se propagó hasta Puerto Rico.

'A raíz de esa acogida internacional decidimos ahondar en ese ejercicio experimental y nos metimos de lleno en este proyecto investigativo. Nos pusimos manos a la obra en este segundo volumen que cuenta con más de 500 palabras y expresiones propias de la música afroantillana, las cuales muchos hemos escuchado, cantado y hasta bailado, pero que desconocemos lo que significan', expresó la abogada bogotana Juliana Velasco, que inició como seguidora de este colectivo y hoy es la encargada de los asuntos de carácter editorial y legal.

En este proceso investigativo se percataron de que existían unas categorías desde las que lograron hacer un rastreo minucioso y que definieron así: santería, gastronomía, términos y expresiones ligados al baile, la instrumentación y los coloquialismos que surgen de los distintos países de América Latina y que se han arraigado en la música.

A partir de estas cinco categorías empezaron a hacer el trabajo con expertos musicales, algo que les permitió darles sentido a muchos conceptos, preocupándose mucho no por tener un tono enciclopédico, sino por estructurar una propuesta moderna revestida del ADN salsero.