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El destacado diseñador estadounidense Tommy Hilfiger propuso una colección otoñal de estilo 'preppy' o colegial bajo una inesperada lluvia que, pese a todo, no aguó su desfile de retorno a Nueva York después de tres años de ausencia.

La pasarela denominada ‘Tommy’s Factory’ se convirtió en una experiencia física y virtual inspirada en el artista plástico Andy Warhol, que hizo presencia en el metaverso la noche de este domingo.

La colección contó con un centenar de conjuntos abrigados y de aire 'preppy' y también destacaron los modelos por su diversidad, casi en el color de piel, talla y edad.

Tommy estrenó logotipo, que apareció pequeño y discreto en sus emblemáticos polos de rayas anchas o estampado en gran tamaño. Algunos espectadores escépticos acabaron aplaudiendo cuando subió al estrado Travis Barker, baterista de la banda pop-punk Blink-182, que se dio a una percusión enérgica para amenizar el último minuto de un espectáculo dominado por el nuevo álbum de Beyoncé en el hilo musical.