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Con la fiel convicción de que todos los seres humanos fueron creados para ser felices, Alberto Linero, uno de los personajes del Caribe más queridos por todos los colombianos, presenta su más reciente libro, Espiritualidad para humanos, un camino sublime.

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Se trata de una obra en la que no solo se resumen 18 largos meses de trabajo creativo y literario, sino que en sus páginas va implícita gran parte de su vida, la cual a través de una narración testimonial procura contar cómo ha sido su proceso de autodescubrimiento para vivir plenamente.

Dentro de la multiplicidad de los conceptos hilados que se desarrollan capitulo tras capitulo, Linero plantea el arte de vivir como una experiencia significativa, la cual solo debería obedecer al goce y a la libertad. Eso sí, todo basado en las normas y la buena convivencia.

Este nuevo título de Alberto soporta en sus letras que la espiritualidad es un camino de alegría que conduce a lo sublime, y lo define como aquel espacio que permite crecer desde lo imperecedero, el interior.

Asimismo, da cuenta de la posibilidad de observar el camino individual en el paso de los años como un proceso reflexivo y asegura que lo realmente importante está en centrarse en el amor.

En su narrativa, Linero es claro al mencionar que sin importar el tipo de práctica religiosa, y aún si no se tiene, todo ser humano, con mayor o menor frecuencia, se cuestiona acerca del sentido de su vida y toma acciones para encontrarlo.

En entrevista con EL HERADO, Alberto Linero, conversó acerca de su nuevo título y los mensajes espirituales que comparte a sus lectores.

'Este libro comienza con una narración profunda de una de las experiencias más significativas que he vivido, subir el Monte Sinaí. Es un viaje que debe hacerse de noche por las condiciones climáticas, que dura más de nueve horas, y el único objetivo es reencontrase con la esencia. Decidí hacerlo y hallar ahí mi oportunidad de construir una vida con la cual sentirme a plenitud'.

Este viaje al Sinaí dejó varías reflexiones personales a Linero, una de las que considera las más importante es que para alcanzar la espiritualidad, es necesario conocerse a sí mismo y reconocer sus propios errores.

'El ser humano es extremadamente complejo, y en ocasiones obstinado, y más aún cuando se trata de los errores, pero cuando uno es capaz de abrirse a las posibilidades y entiende que todo sucede dentro, ahí se recibe libertad'.