Hito mundial. La Bizarrap Music Session de Shakira junto al productor argentino ya hace parte de la historia de la música.
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Desde el momento de su lanzamiento, en la noche del miércoles, la canción no ha dejado de subir en sus reproducciones, tanto así que se ha convirtió en un solo día en el mejor estreno latino de la historia de YouTube, con más de 64 millones de vistas. Asimismo, en plataformas como Spotify ha liderado el ‘Top 50 Global’ de canciones alrededor del mundo.
Sin embargo, detrás de este éxito, así como de Monotonía o Te felicito, interpretadas por Shak, hay un aspecto en común. En la creación de estas letras participa el colombiano Kevyn Cruz, más conocido en la industria musical como Keityn.
El talento de este joven de 24 años, oriundo de Cali, lo ha llevado a ser denominado como 'El lápiz de oro', debido a que todo lo que escribe parece estar condenado a convertirse en un hit mundial.
Keityn tuvo una niñez enmarcada por la enfermedad de Perthes, que se presenta cuando la cabeza femoral en la cadera no recibe suficiente sangre, lo que causa la muerte del hueso.
Esta condición acabó con su sueño de ser futbolista, pues los médicos le prohibieron este deporte e incluso hasta caminar. Sin embargo, a los 14 años, después de someterse a un ciclo intensivo de terapias recuperó la movilidad. Tras no poder brillar dentro de la cancha, comenzó a explorar nuevos caminos que le permitieran alcanzar el éxito.
El artista vivió su etapa de adolescente en Palmira, Valle del Cauca, una etapa que no fue nada fácil, debido a que cuando cursaba noveno grado, se vio en la obligación de retirarse del colegio y comenzar a trabajar para ayudar en el sostenimiento de su casa.
Pese a todas estas situaciones adversas, confiesa que su mundo cambió cuando su mamá le regaló una guitarra, instrumento a cuyas cuerdas comenzó a sacarle diferentes notas, sin darse cuenta que estas serían la cuota inicial para crear muchas de las rimas que en la actualidad son escuchadas por distintos rincones del planeta.
De esta manera, con su guitarra terciada al pecho, descubrió que podía crear un mundo en el que convergen a la perfección las alegrías y tristezas que han acompañado su trasegar.
Su pasión por la música es una herencia familiar, sus padres son cantantes y en general asegura venir de una familia con vena musical. 'El esfuerzo y la dedicación que siempre he tenido por la música, sumándole las ganas que siempre tuve de ver a mi familia en mejores condiciones, fueron vitales para surgir', declaró Keityn a EL HERALDO.