Decenas de barranquilleros y turistas llegaron desde muy temprano a la carrera 44 para no perderse los faroles de lucero girando entre la noche. Las expectativas están altas y esperan con ansias el inicio del tradicional recorrido que en medio de las luces, alegría y una luna de testigo, enciende el espíritu carnavalero a todos los que la disfrutan.