Rodeada de cientos de frascos de pintura que completan una pared del estudio de arte de su casa, Isabella Garman, una barranquillera al 200%, usa sus pinceles para pintar su vida a full color.
Desde su infancia creció orientada a las artes, más allá de la profesión que ejercían sus padres, estos dedicaban gran parte de su tiempo libre a pintar.
Con una fuerte afición al mundo de posibilidades que brindaba la creatividad, Isabella durante su época escolar siempre se destacó en todo eso que le diera la oportunidad de expresarse.